Desde el 21 de enero, más de 3.000 camiones han estado varados en el puesto de control aduanero de Cristo Redentor en Mendoza, según la Federación Argentina de Entidades Empresariales de Transporte de Cargas (FADEEAC).

La larga espera ha puesto a prueba tanto a los conductores como a algunos de los camiones, ya que los camiones con unidades frigoríficas deben permanecer en funcionamiento en todo momento para mantener las cargas a temperaturas frías.

"Esto se está convirtiendo en un verdadero problema", dijo el camionero brasileño Junior Cesar, cuyo camión está estacionado en Uspallata, Argentina, cerca de la frontera con Chile. "Los motores están funcionando día y noche y están empezando a fallar y a afectar a la carga".

Los frustrados conductores esperaban junto a sus camiones, cocinando y compartiendo la comida que podían comprar. Se duchaban usando cubos de agua o un baño cercano que cobra 300 pesos argentinos (3 dólares) por uso.

"Llevo aquí dos semanas", dijo Rubén Soza, un camionero de Mendoza. "Tengo una unidad de refrigeración como puede ver, con ajo, y la gasolina no es suficiente para hacer funcionar la unidad de refrigeración".

Un problema similar se ha producido en la frontera norte de Chile, en el paso de montaña de Tambo Quemado, donde los conductores procedentes de Bolivia también se enfrentan a largas esperas en las colas para las pruebas de COVID-19.

La FADEEAC ha pedido a la cancillería argentina que intervenga y trate de evitar más retrasos y minimizar las pérdidas económicas, que según las estimaciones de la FADEEAC suman 700 dólares diarios.

El viernes, el Ministerio de Salud de Chile informó de 26.727 nuevos casos de COVID-19. Argentina informó de 63.884.