La segunda economía del mundo corre el riesgo de sufrir una fuerte desaceleración, ya que las restricciones de la COVID-19 en una amplia franja del país afectan al gasto de los consumidores, el mercado inmobiliario sigue sumido en la recesión y las exportaciones parece que se ralentizarán aún más.

Según la reunión, se adelantarán las inversiones en proyectos de infraestructura que sean beneficiosos para el crecimiento industrial y para salvaguardar la seguridad nacional, y el transporte, la energía y los recursos hídricos estarán entre los objetivos.

El gobierno acelerará la construcción de bases energéticas ecológicas y de baja emisión de carbono, mejorará las redes de oleoductos y gasoductos y construirá un lote de aeropuertos regionales y de carga, añadió.

Los nuevos tipos de infraestructuras, como la supercomputación, la computación en la nube, las plataformas de inteligencia artificial y la banda ancha, también se incluirían en el impulso del gobierno, según la reunión.

Se atenderán las necesidades de financiación de estos proyectos y se intensificará el gasto fiscal.

Los datos mostraron que la inversión en activos fijos se expandió un 9,3% mejor de lo esperado en el primer trimestre con respecto al año anterior, ayudada por una medida para adelantar los bonos especiales de 2022 de los gobiernos locales.