China pretende reducir las emisiones de carbono de su sector energético de carbón poniendo en marcha mejoras con bajas emisiones de carbono y aplicando nuevas tecnologías de generación de energía, según un plan del gobierno.

China, primer consumidor mundial de energía, depende en gran medida del carbón, que es la fuente de energía más intensiva en carbono.

En un plan de acción publicado conjuntamente por la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR) y la Administración Nacional de Energía el lunes, las autoridades fijaron el nivel de emisiones de carbono de la energía generada a partir de gas natural como referencia para el sector energético del carbón.

También enumeró tres tecnologías de generación de electricidad con bajas emisiones de carbono que planeaba aplicar: la mezcla de biomasa, la mezcla de amoníaco verde y la captura, utilización y almacenamiento de carbono.

Para 2025, los primeros proyectos con bajas emisiones de carbono empezarán a funcionar utilizando algunas de las tecnologías de generación de electricidad con bajas emisiones de carbono. Las emisiones medias de esos proyectos serán un 20% inferiores a las de 2023, según el plan.

Para 2027, China pretende ampliar los proyectos de bajas emisiones de carbono y reducir sus costes operativos, así como reducir sus emisiones medias de carbono en un 50% respecto a los niveles de 2023. El plan también animaba a los gobiernos locales a apoyar y subvencionar la puesta en marcha de esos proyectos de bajas emisiones de carbono. Sin embargo, debido a la inestabilidad de las energías renovables, la energía de carbón seguirá siendo un pilar para la seguridad energética, según declaró el martes un portavoz de la NDRC en una sesión de preguntas y respuestas.