SÍDNEY, 26 jun (Reuters) -La audiencia del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, por violar la ley de espionaje de Estados Unidos comenzó el miércoles en un tribunal de Saipán, territorio insular estadounidense en el Pacífico, donde se espera que salga en libertad tras llegar a un acuerdo con la fiscalía estadounidense.

Assange, de 52 años, llegó al tribunal en un todoterreno blanco. Llevaba un traje negro y sonrió al pasar junto a su equipo de seguridad y el embajador de Australia en Estados Unidos, Kevin Rudd.

Decenas de medios de comunicación de todo el mundo se reunieron fuera de la sala para cubrir los procedimientos. No se permite a los medios de comunicación entrar en la sala para cubrir la audiencia.

"Veo esto y pienso en lo sobrecargados que deben estar sus sentidos, caminando a través de la prensa después de años de depravación sensorial y las cuatro paredes de su celda de alta seguridad de la prisión de Belmarsh", dijo Stella Assange, la esposa del fundador de WikiLeaks, en la plataforma de redes sociales X.

Assange aceptó declararse culpable de un único cargo penal de conspiración para obtener y divulgar documentos clasificados de defensa nacional de Estados Unidos, según los documentos presentados ante el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para las Islas Marianas del Norte.

El territorio estadounidense en el Pacífico occidental fue elegido debido a la oposición de Assange a viajar al territorio continental de Estados Unidos y por su proximidad a Australia, dijeron los fiscales.

"Julian Assange ha llegado a territorio estadounidense, a la isla de Saipán, para formalizar el acuerdo de culpabilidad que nunca debería haber tenido lugar", dijo Wikileaks en X.

Está previsto que Assange sea condenado a 62 meses de prisión ya cumplidos en una audiencia que se realizará en Saipán, en las Islas Marianas del Norte, a las 9.00, hora local (23.00 GMT del martes).

Assange, nacido en Australia, pasó más de cinco años en una cárcel británica de alta seguridad y siete refugiado en la embajada de Ecuador en Londres, mientras luchaba contra acusaciones de delitos sexuales en Suecia y batallaba contra la extradición a Estados Unidos, donde se enfrentaba a 18 cargos penales.

Los partidarios de Assange lo consideran una víctima por haber sacado a la luz irregularidades y posibles delitos cometidos por Estados Unidos, incluidos los conflictos de Afganistán e Irak. Washington ha dicho que la publicación de los documentos secretos puso vidas en peligro.

El Gobierno australiano ha abogado por su liberación y ha planteado la cuestión a Estados Unidos en varias ocasiones.

"Para cualquier australiano, estar en una situación de encarcelamiento prolongado sin resolución legal es una situación en la que el Gobierno debería abogar en su nombre y lo hemos estado haciendo", dijo el viceprimer ministro Richard Marles a la cadena de televisión ABC el miércoles.

Marles añadió que la liberación de Assange no agriaría las relaciones entre Australia y Estados Unidos, su estrecho aliado.

(Reportaje de Renju Jose en Sídney; editado en español por Héctor Espinoza)