La KCNA del Norte dijo el viernes que el líder Kim Jong-Un había guiado directamente la prueba de un Hwasong-17, un misil que es el más grande de Corea del Norte hasta la fecha y que fue exhibido por primera vez en un desfile militar en 2020. También fue la primera prueba de un ICBM por parte de la nación con armas nucleares desde 2017.

Kim fue citado diciendo que la prueba era clave para demostrar el poderío de su fuerza nuclear y disuadir cualquier movimiento militar de EE.UU. y una victoria "milagrosa" e "invaluable" del pueblo coreano.

Los datos de vuelo indicaron que el misil voló durante 681 millas, más alto y más largo que cualquiera de las pruebas anteriores de Corea del Norte, antes de estrellarse en el mar, al oeste de Japón.

La vuelta de Corea del Norte a las grandes pruebas de armas que podrían golpear a Estados Unidos supone un desafío directo al presidente Joe Biden en su respuesta a la invasión rusa de Ucrania.

El lanzamiento provocó la condena de funcionarios estadounidenses, así como de Japón y Corea del Sur.

Las recientes elecciones en Corea del Sur aumentan la perspectiva de una nueva crisis tras el lanzamiento.

Un nuevo gobierno, más conservador, dirigido por Yoon Suk-youl, ha prometido una estrategia militar más musculosa para contrarrestar a Pyongyang.

El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá públicamente el viernes para discutir el ICBM. Sin embargo, las potencias mundiales en el consejo están actualmente en desacuerdo sobre la guerra de Ucrania, lo que hace que el tipo de sanciones que fueron impuestas a Corea del Norte por el CSNU después de la prueba de 2017 sea un proceso mucho más complicado.