El "descuento de Corea" se refiere a la tendencia de las empresas surcoreanas a tener valoraciones más bajas que las de sus homólogas mundiales debido a factores como el bajo pago de dividendos, el dominio de los conglomerados opacos conocidos como chaebols y los riesgos geopolíticos relacionados con Corea del Norte.

"Hemos estado estudiando algunas políticas -especialmente las relacionadas con los inconvenientes a los que se han enfrentado los inversores extranjeros- que deben ser revisadas como parte de las reformas de la regulación financiera bajo el nuevo gobierno", dijo Rhee Yun-su, director general de la oficina del mercado de capitales de la Comisión de Servicios Financieros (FSC).

Algunas de las políticas que la autoridad está estudiando son la política de dividendos, los requisitos de registro para los inversores extranjeros y la presentación de las empresas.

"La actual política de dividendos (de Corea del Sur) no cumple con la norma mundial y ha sido mencionada varias veces por los inversores extranjeros... También se han quejado de tener que registrarse en el regulador financiero para poder operar ... y de la desigualdad en el acceso a la información debido a la falta de archivos corporativos en inglés", dijo Rhee.

En Corea del Sur, a diferencia de otras grandes economías, las empresas confirman los importes de los dividendos semanas después de la llamada "fecha de salida", tras la cual los compradores de las acciones no reciben el pago, lo que crea incertidumbre entre los inversores.

"(Esto) debería haberse hecho hace tiempo. Cualquier política que añada claridad y orientación adicionales al ratio de reparto y a los dividendos sólo va a ser un beneficio neto", dijo George Boubouras, jefe de investigación de K2 Asset Management, con sede en Melbourne, que posee acciones de la surcoreana Samsung.

"Atraerá la atención de los inversores para que miren el mercado de forma más activa. Esto, en sí mismo, es un positivo neto para atraer capital".

El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, que tomó posesión de su cargo en mayo, se ha comprometido a reformar la normativa, con el objetivo de proteger a los inversores, revitalizar los mercados, promover la innovación digital en el sector financiero y apoyar el crecimiento económico impulsado por el sector privado.

En julio, el Ministerio de Finanzas propuso eximir a las inversiones minoristas de los impuestos sobre las ganancias de capital, excepto en el caso de las participaciones por valor de más de 10.000 millones de wones (7,2 millones de dólares) en una sola acción, para tratar de reactivar un mercado de valores que se ha desplomado un 20% este año.

(1 dólar = 1.389,9800 won)