El cohete despegó del Centro Espacial de Naro, en la costa sur de Corea del Sur, a las 16.00 horas (07.00 GMT), y las autoridades esperaban saber una hora más tarde si había colocado con éxito su carga útil en órbita.

El cohete de tres etapas KSLV-II Nuri, diseñado por el Instituto de Investigación Aeroespacial de Corea (KARI) para acabar poniendo en órbita cargas útiles de 1,5 toneladas a una altura de entre 600 y 800 km sobre la Tierra, es la piedra angular de los planes del país para poner en marcha su programa espacial y alcanzar ambiciosos objetivos en materia de redes 6G, satélites espía e incluso sondas lunares.

Utiliza únicamente tecnologías de cohetes coreanas y es el primer vehículo de lanzamiento espacial del país construido en el país. El último cohete de Corea del Sur, lanzado en 2013 tras múltiples retrasos y varias pruebas fallidas, fue desarrollado conjuntamente con Rusia.

En la primera prueba del Nuri, en octubre, el cohete completó sus secuencias de vuelo pero no logró poner en órbita la carga útil de prueba después de que su motor de tercera etapa se quemara antes de lo previsto.

Los ingenieros ajustaron el depósito de helio dentro del tanque oxidante de la tercera etapa del Nuri para solucionar ese problema, informó la agencia de noticias Yonhap.

Las apuestas eran mayores en la prueba del martes, ya que además de un satélite ficticio, el Nuri llevaba un satélite de verificación del rendimiento del cohete y cuatro satélites cúbicos desarrollados por universidades para la investigación.

La KARI ha dicho que tiene previsto realizar al menos cuatro lanzamientos de prueba más antes de 2027.

El Nuri es clave para los planes surcoreanos de construir finalmente un sistema de navegación por satélite y una red de comunicaciones 6G. El país también planea lanzar una serie de satélites militares, pero los funcionarios niegan que el Nuri tenga algún uso como arma.

Corea del Sur también está trabajando con Estados Unidos en un orbitador lunar y espera aterrizar una sonda en la Luna para 2030.

Los lanzamientos espaciales son desde hace tiempo un tema delicado en la península de Corea, donde Corea del Norte se enfrenta a sanciones por su programa de misiles balísticos con armas nucleares.

En marzo, el ejército surcoreano supervisó por separado lo que dijo que era su primer lanzamiento con éxito de un cohete espacial de combustible sólido, otra parte de sus planes para lanzar satélites espías.