"En los dos últimos años, hemos visto las limitaciones del marco común", declaró Axel van Trotsenburg en un panel de la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos, moderado por la redactora jefe de Reuters, Alessandra Galloni.

Zambia se ha convertido en un caso de prueba para el vehículo de reestructuración del "marco común" dirigido por el G20 y lanzado durante la COVID-19 para racionalizar los esfuerzos de reestructuración de la deuda a medida que los países más pobres se hunden bajo las consecuencias del golpe pandémico. Su objetivo es incluir a los países no miembros del Club de París, como China, en las conversaciones sobre el alivio de la deuda.

Los acreedores que no pertenecen al Club de París "desempeñan ahora un papel muy significativo y ése es, creo yo, el reto, incorporar a estos acreedores a este proceso de diálogo y no se trata sólo de China, India como acreedores importantes, (sino también) Arabia Saudí y algunos de los estados árabes", dijo van Trotsenburg.

"Ahora mismo tenemos unas negociaciones en las que no existe un marco establecido de sostenibilidad de la deuda. Lo que se ve en las discusiones es que diferentes acreedores están cuestionando todos los supuestos subyacentes", añadió van Trotsenburg, sin especificar a qué acreedores se refería.

"Tomemos el caso de Zambia, pero esto saldrá a relucir en Sri Lanka: necesitamos mantener un debate serio sobre la concesión de préstamos en mora por parte de las instituciones financieras", añadió.

En su intervención en el mismo panel, José Antonio Ocampo, ministro de Hacienda de Colombia, dijo que faltaban acuerdos institucionales para gestionar los problemas de la deuda.

"La falta de instituciones para la renegociación de la deuda es un gran problema institucional en la economía mundial", afirmó.

Ocampo también dijo que tendría "mucho sentido" potenciar los canjes de deuda por clima.

Los canjes de deuda por clima suelen sustituir bonos o préstamos caros por financiación más barata para los países en desarrollo, a menudo con la ayuda de una garantía crediticia de un banco multilateral de desarrollo.

Pero Kenneth Rogoff, antiguo economista jefe del Fondo Monetario Internacional que enseña en la Universidad de Harvard, cuestionó esta idea.

Rogoff dijo que en tales canjes, la deuda sigue existiendo y los inversores que no canjean su deuda siguen cobrando de los gobiernos soberanos.

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