El Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional e India, actual presidente de las principales economías del Grupo de los 20 (G20), emitieron una declaración conjunta tras la primera reunión en toda regla de la nueva Mesa Redonda Mundial sobre la Deuda Soberana, celebrada durante las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial en Washington.

"El debate se centró en las medidas que pueden tomarse ahora para acelerar los procesos de reestructuración de la deuda y hacerlos más eficaces, incluso dentro del Marco Común del G20", señala la declaración.

La reunión se produjo en medio de los continuos retrasos en la finalización de los acuerdos de tratamiento de la deuda para Zambia, Ghana y Etiopía bajo el Marco Común del G20, aunque la jefa de estrategia del FMI, Ceyla Pazarbasioglu, dijo el miércoles que esperaba "buenas noticias" sobre el caso de Zambia la próxima semana.

Funcionarios estadounidenses y de otros países culpan en gran medida de los retrasos a China, que ahora es el mayor acreedor bilateral del mundo, y a la reticencia de los acreedores del sector privado a sumarse.

Ghana, Zambia y Etiopía se encuentran en distintas fases del proceso, pero los expertos en deuda afirman que el acuerdo de China de ofrecer garantías de financiación para Sri Lanka -un país de renta media que no cumplía los requisitos del marco del G20- podría dar un nuevo impulso para avanzar en esos casos concretos.

Los participantes convinieron en la importancia de mejorar urgentemente el intercambio de información sobre las proyecciones macroeconómicas y las evaluaciones de la sostenibilidad de la deuda en los casos de tratamiento de la deuda, según el comunicado.

En él se decía que el FMI y el Banco Mundial publicarían rápidamente orientaciones para el personal sobre el intercambio de datos en cada etapa del proceso de reestructuración, resolviendo así una frustración expresada por China y otros acreedores sobre la falta de información suficiente.

Los participantes también debatieron el papel de los Bancos Multilaterales de Desarrollo (BMD) en los procesos de reestructuración de la deuda a través de su aportación de "flujos positivos netos" de financiación en condiciones favorables, y acogieron con satisfacción el alivio implícito de la deuda proporcionado por el brazo de la Asociación Internacional de Fomento del Banco Mundial a través de préstamos y subvenciones a bajo interés o sin interés.

Los participantes acordaron organizar un taller en las próximas semanas sobre cómo evaluar y hacer cumplir la comparabilidad del tratamiento de los acreedores, y dijeron que trabajarían sobre los principios relativos a las fechas límite, la suspensión formal del servicio de la deuda al inicio del proceso, el tratamiento de los atrasos y el perímetro de la deuda que debe reestructurarse, incluso en lo que respecta a la deuda interna.

"Este trabajo también ayudará a clarificar los posibles calendarios para acelerar las reestructuraciones de la deuda", decía el comunicado.

En él se afirmaba que el FMI, el Banco Mundial y la Presidencia del G20 seguirán colaborando estrechamente entre sí y con otros socios para seguir apoyando la respuesta internacional a los retos actuales de la deuda.