Xu Yanjun, el primer espía chino extraditado a Estados Unidos para ser juzgado, fue condenado en noviembre de 2021 por un jurado federal por cargos de conspiración e intento de espionaje económico y robo de secretos comerciales.

Los fiscales habían pedido una sentencia de 25 años para que sirviera de disuasión contra acciones similares, pero los abogados de Xu dijeron en anteriores presentaciones ante el tribunal que esa petición de sentencia superaba a las que se dan a otras personas condenadas por esos delitos.

"La sentencia de hoy demuestra la gravedad de esos delitos y la determinación del Departamento de Justicia de investigar y perseguir los esfuerzos del gobierno chino, o de cualquier potencia extranjera, para amenazar nuestra seguridad económica y nacional", dijo el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, en un comunicado.

Xu, de 42 años, acusado de ser un funcionario de carrera de inteligencia del Ministerio de Seguridad del Estado de China, fue detenido en Bélgica en 2018 tras una investigación de la Oficina Federal de Investigación.

Se le acusó de haber utilizado alias y empresas de fachada entre 2013 y 2018 para atacar a múltiples empresas aeronáuticas y aeroespaciales estadounidenses, incluida GE Aviation, una unidad de General Electric Co.

La embajada de China en Washington no respondió a las preguntas de Reuters sobre la sentencia. El año pasado, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China calificó los cargos contra Xu de "pura invención".

Los funcionarios estadounidenses dicen que el gobierno chino representa la mayor amenaza a largo plazo para la seguridad económica y nacional de Estados Unidos, y que está llevando a cabo esfuerzos sin precedentes para robar tecnología crítica a las empresas e investigadores estadounidenses.

El director del FBI, Christopher Wray, ha dicho que su agencia abre un nuevo caso de contrainteligencia relacionado con China unas dos veces al día.