La fuente dijo que Washington no había decidido cuál podría ser un compromiso aceptable por parte de Teherán a cambio de esa medida, que revertiría la inclusión en la lista negra del grupo por parte del ex presidente estadounidense Donald Trump en 2019 y provocaría fuertes críticas republicanas.

La medida fue la primera vez que Washington etiquetó formalmente a parte de otro gobierno soberano como grupo terrorista.

El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) es una poderosa facción de Irán que controla un imperio empresarial, así como unas fuerzas armadas y de inteligencia de élite a las que Washington acusa de llevar a cabo una campaña terrorista global.

La fuente, que habló bajo condición de anonimato, dijo que la administración Biden estaba sopesando si dejar de lado la designación de terrorista "a cambio de algún tipo de compromiso y/o pasos por parte de Irán, con respecto a las actividades regionales u otras del CGRI".

La consideración por parte de la administración Biden de tal intercambio fue reportada por primera vez por Axios, citando fuentes israelíes y estadounidenses.

Múltiples fuentes han dicho que la eliminación de la designación es una de las últimas cuestiones, y la más controvertida, en las conversaciones indirectas más amplias sobre la reactivación del acuerdo de 2015 según el cual Irán limitó su programa nuclear a cambio del alivio de las sanciones económicas.

Cuando se le preguntó sobre la posibilidad de retirar al CGRI de la lista de terrorismo de Estados Unidos, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, declinó hacer comentarios más allá de decir que el alivio de las sanciones está en el centro de las negociaciones para revivir el acuerdo nuclear.

La semana pasada, un funcionario iraní dijo que la eliminación del CGRI de la lista negra se había estado discutiendo desde junio, pero que la cuestión se había complicado tras la elección del verano pasado del partidario de la línea dura Ebrahim Raisi como presidente de Irán.

El funcionario iraní, que habló bajo condición de anonimato, dijo que Estados Unidos había dejado claro que "no pueden eliminarla sin grandes concesiones por parte de Irán", una postura que, según dijo, había sido rechazada por el principal negociador nuclear de Irán, Ali Bagheri Kani.

La influencia política del CGRI en la compleja estructura de poder de Irán ha aumentado desde la elección de Raisi, que asumió el cargo en agosto y cuyo gobierno incluye a docenas de comandantes de la Guardia Revolucionaria.

La elección de Raisi provocó un vacío de cinco meses en las conversaciones indirectas entre Estados Unidos e Irán sobre la reactivación del acuerdo nuclear, que Trump abandonó en 2018 y volvió a imponer sanciones estadounidenses, lo que provocó que Irán comenzara a violar sus límites nucleares un año después.

Las negociaciones se reanudaron a finales de noviembre, con funcionarios de otras partes del acuerdo -Gran Bretaña, China, Francia, Alemania y Rusia-, así como con funcionarios de la Unión Europea que coordinan las conversaciones que van de un lado a otro entre los representantes estadounidenses e iraníes. Un acuerdo permitiría a Irán vender su petróleo en el extranjero.