La acción es la última ronda de sanciones impuestas por Washington después de que estallara la guerra entre el ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) a mediados de abril por los planes para una transición política y la integración de las RSF en el ejército, cuatro años después de que el gobernante Omar al-Bashir fuera derrocado en un levantamiento popular.

"La acción de hoy responsabiliza a quienes han socavado los esfuerzos por encontrar una solución pacífica y democrática en Sudán", declaró en un comunicado el subsecretario de Terrorismo e Inteligencia Financiera del Departamento del Tesoro, Brian Nelson.

"Seguiremos persiguiendo a los actores que perpetúan este conflicto en beneficio propio".

El Tesoro dijo que su objetivo era Ali Karti, ministro de Asuntos Exteriores bajo el mandato de Bashir, y que se convirtió en líder del Movimiento Islámico Sudanés tras el derrocamiento de Bashir en 2019.

Es una figura prominente entre los leales y veteranos del gobierno islamista de Bashir que han maniobrado para proteger sus intereses y recuperaron cierta influencia tras el golpe de 2021 del ejército y la RSF.

También fue golpeada con sanciones la GSK Advance Company, una empresa con sede en Sudán que, según el Tesoro, ha sido utilizada como canal de aprovisionamiento para el RSF.

GSK trabajó con la empresa de suministros militares Aviatrade, con sede en Rusia, que también fue objeto de sanciones el jueves, para organizar la adquisición de piezas y suministros, así como la formación, para los aviones no tripulados adquiridos anteriormente por la RSF, según el Tesoro.