El Banco Mundial dijo el miércoles que su junta había aprobado un préstamo de 1.000 millones de dólares para ayudar a Sudáfrica a reformar su sector energético, mientras el país intenta superar los cortes regulares de electricidad que han frenado el crecimiento económico.

El banco quiere apoyar las reformas del país para escindir la empresa eléctrica Eskom, en apuros, y para la transición a una economía con bajas emisiones de carbono, dijo en un comunicado.

Marie Francoise Marie-Nelly, directora del Banco Mundial para Sudáfrica, había dicho a Reuters el mes pasado que el préstamo estaba en discusión y que podría llegar pronto.

En el comunicado del miércoles, Marie-Nelly afirmó que las reformas que el Gobierno había puesto en marcha "beneficiarían a la población de Sudáfrica -en particular a los hogares más vulnerables-, a la economía, al medio ambiente y harían avanzar la transición energética".

Las centrales eléctricas de carbón de Eskom sufren averías rutinarias que provocan cortes de hasta 10 horas al día.

Varias centrales incumplieron la normativa gubernamental sobre emisiones a principios de este año, según un análisis de Reuters publicado en septiembre.

El Banco Mundial afirmó que su Préstamo para Políticas de Desarrollo contribuiría a una reducción gradual de la contaminación del agua y del aire al reducir la dependencia del carbón para la generación de electricidad.

El gobierno sudafricano se comprometió a dividir Eskom en tres filiales -transmisión, generación y distribución- en 2019. En febrero, acordó hacerse cargo de 254.000 millones de rands (13.300 millones de dólares) de la deuda de Eskom, más de la mitad de su deuda total, que corría riesgo de impago. (1 $ = 19,0876 rands) (Reportaje de Anait Miridzhanian, Edición de Alexander Winning y Ed Osmond)