Los 16 economistas encuestados entre el 20 y el 24 de marzo afirmaron que el BNS mantendría el tipo de referencia más alto de la Unión Europea tras un descenso marginal de la inflación general hasta el 25,4% anual en febrero, con mucho la más alta de Europa central.

El mes pasado, el BNS dijo que endurecería las condiciones de liquidez, desafiando la presión del gobierno para recortar los costes de los préstamos en medio de una fuerte desaceleración económica. El BNS dijo que todas sus herramientas, incluido un tipo de depósito rápido del 18%, serían necesarias para frenar la inflación.

Los esfuerzos de Hungría por desbloquear miles de millones de euros de financiación de la UE, otra condición clave para que el BNS impulse la confianza en los mercados financieros locales, sólo se espera que los fondos fluyan en algún momento de la segunda mitad del año.

El forint ha caído alrededor de un 3% frente al euro desde la reunión del banco central del mes pasado, recuperándose de caídas de alrededor del 6% a mediados de marzo en medio de una caída del mercado mundial tras el colapso del Silicon Valley Bank, centrado en las startups.

"Recientemente hemos revisado nuestra petición de que el banco central comience a relajar sus medidas extraordinarias en el segundo trimestre de 2013, en lugar de en la próxima reunión del núcleo, ya que pensamos que las volátiles condiciones financieras externas aún no han dado lugar a una "mejora tendencial" de las percepciones de riesgo sobre la economía húngara", señalaron los economistas de Morgan Stanley en una nota.

"Además, la inflación también está aún por mostrar una desaceleración significativa, a pesar de los primeros indicios en los datos del IPC de febrero de que se está formando un pico".

El economista jefe del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo declaró a Reuters a principios de este mes que las apuestas del mercado sobre recortes de tipos en Europa central en un futuro próximo son optimistas, ya que la inflación podría acabar siendo más sólida de lo esperado.

Los economistas encuestados por Reuters prevén que el BNS comience a bajar los tipos de interés en algún momento del segundo trimestre. Sin embargo, han recortado las apuestas sobre el alcance de los recortes del tipo básico a 175 puntos básicos para finales de año, frente a los 250 puntos básicos previstos el mes pasado.

"La revisión trimestral de las previsiones de inflación y los escenarios alternativos identificados por el Comité de Política Monetaria pueden brindar la oportunidad de señalar un cambio dovish en las perspectivas y preparar el terreno para recortes graduales del tipo de depósito o/n en el segundo trimestre de 2023 si se estabilizan las condiciones del mercado exterior", declaró Eszter Gargyan, de Citigroup.

Del mismo modo, los analistas consideran ahora que los tipos checos caerán hasta el 6% a finales de año, previendo sólo 100 puntos básicos de recorte, frente a los 125 puntos básicos de hace un mes.