Un alto cargo del banco central británico subrayó el martes que la política monetaria tendría que ser "restrictiva" durante algún tiempo para vencer a la inflación, un mensaje del que se hicieron eco otros responsables políticos de Australia y España.

En su intervención en una conferencia de bancos centrales en Hong Kong, el subgobernador del Banco de Inglaterra (BoE), Dave Ramsden, dijo también que no veía motivos de estabilidad financiera para bajar los tipos de interés, actualmente en el 5,25%.

Creemos que es probable que la política monetaria tenga que ser restrictiva durante un largo periodo de tiempo", dijo. "Y hemos comunicado que tendrá que ser suficientemente restrictiva durante el tiempo suficiente para que la inflación vuelva al objetivo del 2%.

El Banco de Inglaterra mantuvo los tipos en suspenso por segunda reunión consecutiva a principios de este mes tras 14 subidas seguidas para luchar contra una tasa de inflación que alcanzó un máximo por encima del 11% hace poco más de un año antes de caer al 4,6% en octubre.

Incluso con todo ese endurecimiento, Ramsden dijo que no se esperaba que la inflación volviera al 2% hasta finales de 2025.

En su intervención en el mismo panel, la gobernadora del Banco de la Reserva de Australia (RBA), Michele Bullock, dijo que la política en Australia también era restrictiva y necesitaba serlo para enfriar la demanda y anclar las expectativas de inflación.

Bullock señaló que las empresas nacionales se sentían capaces de repercutir el aumento de los costes a los clientes y mantener así sus márgenes de beneficio, lo que estaba avivando la inflación en el sector servicios.

El Banco de la Reserva de Australia subió este mes su principal tipo de interés hasta el 4,35%, su nivel más alto en 12 años, y los mercados financieros apuestan a que podría endurecerlo aún más en los próximos meses.

Sumándose al coro, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, dijo que la política tendría que seguir siendo restrictiva a corto plazo, aunque dejó abierta la posibilidad de una flexibilización en caso de que la inflación se ralentizara según las previsiones.

De Cos, que también forma parte del consejo del Banco Central Europeo, dijo que le animaba que la inflación se hubiera enfriado en los últimos meses y que, de seguir así, los tipos reales serían cada vez más restrictivos.

El BCE elevó los tipos hasta un récord del 4% a principios de año, pero ha señalado una política estable para los próximos trimestres. Los mercados han empezado a posicionarse para el primer recorte de tipos, con una medida vista tan pronto como abril o junio. (Reportaje de Wayne Cole; Selena Li y Xie Yu; Edición de Jamie Freed y Simon Cameron-Moore)