El poder judicial iraní no hizo comentarios inmediatamente, pero su abogado en Teherán, Hojjat Kermani, dijo a Reuters que Amiri había abandonado la capital iraní el lunes.

"El Tribunal Supremo la había absuelto de los cargos de espionaje... Luego se aceptó nuestra apelación para que se le levantara la prohibición de viajar y pudo salir de Irán", dijo Kermani.

Amiri fue detenida en marzo de 2018 en Teherán mientras visitaba a su familia y, un año después, un Tribunal Revolucionario iraní la condenó a 10 años de prisión por espionaje. Amiri ha negado repetidamente la acusación.

El director de la junta directiva de Amnistía Internacional en el Reino Unido, Daren Nair, dijo en abril de 2020 que Irán había "liberado temporalmente a Amiri con permiso". Kermani dijo que Amiri había sido liberado de la prisión en los últimos meses.

Debido a las tensiones con las potencias occidentales sobre el programa nuclear iraní, la República Islámica prohibió en 2019 la cooperación con el British Council y advirtió de que dicha actividad daría lugar a un proceso judicial.

"Nos complace mucho confirmar que la empleada del British Council y ciudadana iraní Aras Amiri ha sido absuelta por el Tribunal Supremo de Irán de todos los cargos que se le imputaban anteriormente, tras el éxito de la apelación presentada por su abogado", dijo el Consejo en un comunicado.

En los últimos años, la élite de la Guardia Revolucionaria iraní ha detenido a docenas de ciudadanos con doble nacionalidad y extranjeros, en su mayoría por cargos de espionaje y relacionados con la seguridad.

Los grupos de derechos han acusado a Irán de tratar de obtener concesiones de otros países a través de estas detenciones, mientras que las potencias occidentales llevan tiempo exigiendo a Irán que libere a sus ciudadanos, que dicen que son presos políticos.

Teherán, que no reconoce la doble nacionalidad, afirma que estas detenciones se basan en su código penal y niega que se retenga a personas por motivos políticos.

Irán, que ha dicho en repetidas ocasiones que está dispuesto a un intercambio de prisioneros, está en conversaciones para reactivar su acuerdo nuclear de 2015 con las potencias mundiales. En 2018, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, salió del acuerdo y volvió a imponer sanciones económicas paralizantes a Irán.