La aplicación de vídeos cortos, propiedad del conglomerado tecnológico chino ByteDance, admitió el mes pasado que algunos de sus empleados accedieron indebidamente a los datos de usuario de TikTok de dos periodistas para tratar de identificar la fuente de las filtraciones de información a los medios.

Durante los últimos tres años, la empresa ha tratado de asegurar a Washington que no se puede acceder a los datos personales de los ciudadanos estadounidenses y que su contenido no puede ser manipulado por el Partido Comunista de China ni por ninguna otra entidad bajo la influencia de Pekín.

En la Unión Europea, TikTok, junto con numerosas empresas, se enfrenta a nuevas y estrictas normas tecnológicas que entrarán en vigor en los próximos dos años y que exigen a las plataformas en línea que hagan más para vigilar Internet en busca de contenidos ilegales.

"El objetivo de la reunión con TikTok era revisar cómo se está preparando la compañía para cumplir con sus obligaciones bajo la regulación de la Comisión Europea, concretamente la Ley de Servicios Digitales (DSA) y posiblemente bajo la Ley de Mercados Digitales (DMA)", dijo el Ejecutivo comunitario en un comunicado.

"En la reunión, las partes también discutieron el GDPR (Reglamento General de Protección de Datos) y asuntos de privacidad y obligaciones de transferencia de datos con una referencia a la reciente información de prensa sobre la agresiva recolección de datos y la vigilancia en los EE.UU.", dijo.

Está previsto que Chew se reúna con la comisaria de Valores y Transparencia, Vera Jourova, y con la comisaria de Interior, Ylva Johansson, después de Vestager. TikTok no hizo ningún comentario inmediato.