Los dos vecinos están enfrentados desde que el grupo rebelde M23 inició una gran ofensiva en las zonas fronterizas del este del Congo a finales de marzo.

El Congo acusa a Ruanda de respaldar al grupo. Kigali lo niega y, a su vez, acusa a Kinshasa de luchar junto a otro grupo armado que pretende hacerse con el poder en Kigali.

Tshisekedi llegó el martes a Luanda para asistir el miércoles a una "minicumbre tripartita" sobre la paz en el Congo, según informó la presidencia en un comunicado, calificando la reunión como un momento "de la verdad".

El embajador de Ruanda en el Congo, Vincent Karega, dijo a Reuters que Kagame también había llegado.

El M23 se ha apoderado de un importante puesto fronterizo en su ofensiva más sostenida desde que capturó franjas de territorio en 2012-2013.

El ejército del Congo está luchando para expulsarlos de las posiciones recién ganadas cerca de la principal ciudad del este del Congo, Goma.

Los combates han obligado a decenas de miles de personas a huir de sus hogares en una zona que apenas ha dado tregua al conflicto desde que Ruanda y la vecina Uganda la invadieron en 1996, alegando las amenazas de las milicias locales.

A pesar de los miles de millones de dólares gastados en una de las mayores fuerzas de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, más de 120 grupos rebeldes siguen operando en el este del Congo casi dos décadas después del final oficial de las guerras civiles del país centroafricano.

El presidente angoleño Joao Lourenco ha sido designado por la Unión Africana para mediar en las conversaciones y restablecer el diálogo entre las dos partes.