Irlanda y Noruega siguen trabajando para llegar a un compromiso, dijeron los diplomáticos, pero una votación el domingo era improbable, por lo que la enorme operación de ayuda de la ONU se cerraría. En 2020 el mandato se agotó, pero fue renovado un día después en el quinto intento del consejo.

El jefe de ayuda de la ONU, Martin Griffiths, dijo el domingo a la televisión canadiense CBC que la operación, que entrega ayuda que incluye alimentos, medicinas y refugio, era un salvavidas y que si no puede continuar "la gente morirá".

Rusia vetó el viernes una prórroga de un año y luego fracasó en su propio intento de renovarla por seis meses, lo que habría requerido que el organismo de 15 miembros adoptara una nueva resolución en enero para extenderla por otros seis meses.

Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia han dicho que una prórroga de seis meses no es suficiente para que los grupos de ayuda puedan planificar y operar con eficacia.

La embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, habló el domingo con los grupos de ayuda, que le dijeron que sin la operación de la ONU el 70% de las necesidades alimentarias quedarían sin cubrir".

"Toda una generación está en peligro", publicó en Twitter. "Las ONG (grupos de ayuda) pidieron al CSNU que siguiera luchando para salvar estas vidas... Hemos estado trabajando todo el fin de semana con el CSNU para encontrar un compromiso".

El embajador adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitry Polyanskiy, respondió en Twitter: "¡No hay necesidad de luchar y usted lo sabe perfectamente!" Dijo que Rusia no intentaba acabar con la operación de la ONU y que sólo quería hacerla más eficiente y transparente.

Tras las dos votaciones del consejo del viernes, Polyanskiy dijo que Moscú seguiría vetando cualquier texto que no fuera el suyo.

Rusia argumenta que la operación de ayuda de la ONU viola la soberanía y la integridad territorial de Siria. Dice que debería entregarse más ayuda desde el interior del país, lo que hace temer a la oposición que los alimentos y otras ayudas caigan bajo el control del gobierno.

La votación del Consejo de Seguridad sobre la autorización de la operación de ayuda ha sido durante mucho tiempo un tema polémico, pero este año también se produce en medio de las crecientes tensiones entre Rusia y las potencias occidentales por la invasión de Ucrania por parte de Moscú el 24 de febrero.

En 2014, el Consejo de Seguridad autorizó el envío de ayuda humanitaria a las zonas de Siria controladas por la oposición desde Irak, Jordania y dos puntos de Turquía. Pero las potencias de veto, Rusia y China, han reducido esa autorización a un solo punto de la frontera turca.