Con la mediación de las Naciones Unidas y Turquía, el acuerdo se firmó en Estambul el pasado mes de julio y permite a Ucrania exportar más de 27 millones de toneladas de grano desde varios de sus puertos del Mar Negro.

Rusia, que invadió a su vecino en febrero de 2022, ha señalado enérgicamente que no permitirá que el acuerdo continúe más allá del 18 de mayo porque no se ha cumplido una lista de exigencias para facilitar sus propias exportaciones de grano y fertilizantes.

En el comunicado tras una reunión de dos días en Miyazaki, Japón, los ministros de agricultura del G7 "reconocieron la importancia" del acuerdo, diciendo: "Apoyamos firmemente la ampliación, la plena aplicación y la expansión de (la Iniciativa de Granos del Mar Negro) BSGI".

"Condenamos los intentos de Rusia de utilizar los alimentos como medio de desestabilización y como herramienta de coerción geopolítica y reiteramos nuestro compromiso de actuar con solidaridad y apoyar a los más afectados por la militarización de los alimentos por parte de Rusia", decía el comunicado.

Los miembros del G7 "están dispuestos" a apoyar la recuperación y reconstrucción de Ucrania, incluso aportando su experiencia en el desminado de tierras agrícolas y la reconstrucción de infraestructuras agrícolas, según el documento.

Está previsto que el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, hable esta semana en Nueva York con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, sobre el acuerdo de exportación de grano ucraniano al Mar Negro.