Puso en pausa la ayuda alimentaria a la región septentrional de Tigray en mayo y después a toda Etiopía este mes en respuesta al robo generalizado de donaciones. En ambos casos, sus anuncios se produjeron justo después de que Estados Unidos dijera que estaba haciendo lo mismo.

Más de 20 millones de personas necesitan ayuda humanitaria en Etiopía, en gran parte debido a la peor sequía del Cuerno de África en décadas y a una guerra civil de dos años en Tigray.

El PMA ha estado proporcionando ayuda alimentaria de emergencia a casi 6 millones de ellas.

Valerie Guarnieri, subdirectora ejecutiva del PMA para el desarrollo de programas y políticas, dijo que la agencia quería reducir la autoridad de los funcionarios de los gobiernos locales y regionales para decidir quién cumplía los requisitos para recibir ayuda alimentaria.

"Querríamos tener una participación mucho más directa nosotros mismos como PMA y nuestras organizaciones no gubernamentales asociadas en el proceso de selección de los beneficiarios", declaró Guarnieri a Reuters.

Dijo que los investigadores del PMA habían detectado deficiencias en los sistemas de seguimiento de la agencia, sobre todo en Tigray, donde los donantes aumentaron la ayuda después de que un acuerdo de paz en noviembre pusiera fin a la guerra.

La ayuda en Tigray y a los campos de refugiados podría reanudarse en la segunda quincena de julio, después de que el PMA recibiera una respuesta positiva de las autoridades competentes, dijo Guarnieri, añadiendo que esperaba que eso estimulara una rápida reanudación de las distribuciones de forma más generalizada.

Otros programas del PMA, incluida la asistencia nutricional a niños y mujeres embarazadas y lactantes, no se han visto afectados por la pausa de la ayuda.

Ni el PMA ni la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) han dicho quién se ha beneficiado de los robos, pero en una reunión informativa interna de un grupo de donantes extranjeros se dijo que USAID creía que algunos alimentos habían ido a parar a unidades militares etíopes.

Guarnieri dijo que no tenía información sobre quién estaba detrás de los desvíos y que estaba esperando los resultados de las investigaciones.

El gobierno etíope ha dicho que está investigando las acusaciones, pero también ha criticado los recortes de ayuda, afirmando que agravarían una crisis humanitaria. El ejército etíope ha negado haber recibido alimentos robados.

Guarnieri defendió la decisión del PMA como necesaria para garantizar que las donaciones llegan a quienes las necesitan.

"Creo que el tipo de reformas que se necesitan requerían probablemente un paso bastante drástico para emprender los cambios", afirmó.