"Mientras examinamos la evolución de la situación de seguridad, nos vemos obligados a detener temporalmente todas las operaciones en Sudán", declaró en un comunicado la directora ejecutiva del PMA, Cindy McCain.

"El PMA está comprometido a ayudar al pueblo sudanés que se enfrenta a una grave inseguridad alimentaria, pero no podemos realizar nuestra labor de salvar vidas si no se garantiza la seguridad de nuestros equipos y socios."

Tres empleados del PMA murieron y dos resultaron heridos en enfrentamientos en Kabkabiya, en Darfur del Norte. Un portavoz del PMA dijo a Reuters que los tres muertos eran todos sudaneses.

McCain también dijo que era difícil para el personal del PMA operar después de que un avión del Servicio Aéreo Humanitario de la ONU (UNHAS) sufriera "daños significativos" en el aeropuerto sudanés de Jartum durante un intercambio de disparos el sábado.

El incidente ha afectado gravemente a la capacidad de la organización para trasladar a los trabajadores humanitarios y la ayuda en Sudán, declaró.

A primera hora del domingo, Naciones Unidas condenó el asesinato de los empleados del PMA, afirmando que murieron en el ejercicio de sus funciones.

Volker Perthes, el jefe de la Misión Integrada de Asistencia a la Transición de las Naciones Unidas (UNITAMS), que se estableció en 2020 para apoyar la transición democrática de Sudán, dijo en un comunicado que también estaba "consternado por los informes de proyectiles alcanzando locales de la ONU y otros locales humanitarios, así como por los informes de saqueo de locales de la ONU y otros locales humanitarios en varios lugares de Darfur."

La lucha por el poder entre el ejército sudanés y la RSF ha causado hasta ahora la muerte de 56 civiles y heridas a 595 personas, incluidos combatientes.

Los combates estallaron el sábado entre unidades del ejército leales al general Abdel Fattah al-Burhan, y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), dirigidas por el general Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como Hemedti. Fue el primer estallido de este tipo desde que ambos unieron sus fuerzas para derrocar al presidente Omar Hassan al-Bashir en 2019.