El índice compuesto S&P/TSX de la Bolsa de Toronto terminó con una subida de 341,01 puntos, o un 1,9%, a 18.648,92, su mayor avance desde el 13 de mayo.
El martes, registró su nivel de cierre más bajo desde el 21 de marzo, en 18.307,91, ya que los inversores temen que el aumento de los costes de los préstamos a nivel mundial pueda hacer descarrilar el crecimiento económico.
Wall Street también terminó con una fuerte subida el miércoles tras su reciente venta, ya que el Banco de Inglaterra dijo que compraría bonos británicos a largo plazo en una medida destinada a restaurar la estabilidad financiera en unos mercados sacudidos a nivel mundial por la política fiscal del nuevo gobierno de Londres.
La medida del Banco de Inglaterra "pareció calmar los nervios, al menos por ahora", dijo en una nota Jennifer Lee, economista senior de BMO Capital Markets.
"Hay un límite a lo que el Banco de Inglaterra puede hacer, dado que está comprando a largo plazo y subiendo los tipos a corto plazo. Esto no es sostenible".
El sector energético subió un 4,1%, ya que el precio del petróleo se situó un 4,7% por encima de los 82,15 dólares el barril, ayudado por las cifras de los inventarios de combustible de Estados Unidos, que mostraron una reducción mayor de la esperada, y por el repunte de la demanda de los consumidores.
El sector de materiales, que incluye a las mineras de metales preciosos y básicos y a las empresas de fertilizantes, ganó un 4,4% gracias a la subida de los precios del oro y el cobre, mientras que el sector tecnológico terminó un 2,9% más alto.
A pesar del repunte, el TSX iba camino de caer un 3,5% en septiembre. También se encaminaba a su segundo descenso trimestral consecutivo. (Información de Fergal Smith; información adicional de Shashwat Chauhan; edición de Arun Koyyur y Alistair Bell)
