"Este es un gran día para la fábrica", dijo Musk, describiéndolo como "otro paso en la dirección de un futuro sostenible".

Aunque el canciller alemán Olaf Scholz, que también asistió al acto, alabó la gigafábrica como el futuro de la industria automovilística, se ha enfrentado a la oposición y algunos activistas medioambientales bloquearon la entrada de la fábrica mientras mostraban pancartas señalando su elevado uso de agua.