Impulsada por los bienes importados, se espera que la inflación aumente hasta el 4,7% este año desde el 1,4% en 2021, antes de ralentizarse hasta el 1,9% el próximo año, dijo el banco central en un comunicado tras su reunión trimestral del consejo.

El banco revisó a la baja su previsión de crecimiento para 2022 al 0,7% desde el 2,9% anterior, citando una grave sequía que redujo las perspectivas de la cosecha de cereales de este año a 2,5 millones de toneladas.

"Estas previsiones están envueltas en una mayor incertidumbre", declaró a la prensa el gobernador del Banco Central, Abdellatif Jouahri, tras la reunión.

La economía marroquí creció un 7,3% el año pasado, cuando el país cosechó 10,3 millones de toneladas de cereales.

Como las importaciones siguen superando a las exportaciones, se prevé que el déficit por cuenta corriente de Marruecos se agrave hasta el 5,5% del PIB en 2022, frente al 2,6% en 2021.

Clave para la entrada de divisas fuertes de Marruecos, se espera que los ingresos por turismo se recuperen hasta los 47.000 millones de dirhams (4.800 millones de dólares) en 2022 y 80.000 millones en 2023, frente a los 34.000 millones de dirhams del año pasado, cuando Marruecos impuso la prohibición de viajar a destinos turísticos clave para contener el brote de COVID-19.

Las remesas de los marroquíes en el extranjero, que alcanzaron la cifra récord de 93.300 millones de dirhams el año pasado, se prevé que desciendan a 79.300 millones de dirhams este año.

Se prevé que las reservas de divisas de Marruecos se sitúen en 342.800 millones de dirhams a finales de 2022, suficiente para cubrir 6,5 meses de importaciones. El déficit fiscal se situaría en el 6,3% del PIB en 2022 y en el 5,9% en 2023.Marruecos no pasará a la siguiente fase en su proceso de flotación de la moneda dirham, deseado por el Fondo Monetario Internacional, "hasta que las pequeñas y medianas empresas estén bien preparadas", declaró Jouahri, añadiendo que el contexto actual es "poco propicio" debido a la pandemia y a las secuelas de la guerra en Ucrania.

En marzo de 2020, Marruecos amplió la banda en la que fluctúa el dírham del 2,5% al 5%.

Se prevé que la deuda pública aumente hasta el 76,1% del PIB este año, frente al 74,8% del año pasado. La tasa de morosidad de los préstamos bancarios sigue siendo "manejable", del 8,7% en enero, frente al 8,4% de diciembre, según Jouahri.

El Tesoro también está esperando mejores condiciones de mercado para emitir un bono internacional, dijo, sin ofrecer más detalles. Los choques económicos actuales podrían empujar a Marruecos a renegociar una nueva línea de liquidez cautelar para hacer frente a las consecuencias de los choques externos sobre la economía, dijo.