El banco central de Nigeria afirmó el miércoles que ha liquidado todos sus atrasos verificados en divisas pagando a los clientes de los bancos comerciales 1.500 millones de dólares para saldar las obligaciones pendientes que presionaban a la moneda local.

El banco central, bajo el gobernador Olayemi Cardoso, hizo de la liquidación de atrasos parte de su estrategia para estabilizar el naira, que ha alcanzado mínimos históricos frente al dólar estadounidense y ha alimentado la inflación, perjudicando a la economía.

Cardoso heredó un retraso estimado en 7.000 millones de dólares y encargó una auditoría independiente que descubrió que algunas de las reclamaciones carecían de la documentación adecuada y, por tanto, no eran válidas. El retraso se acumuló después de que Nigeria introdujera controles en 2017 para mantener la divisa artificialmente fuerte cuando el precio del petróleo, una de las principales exportaciones, estaba bajo.

"Este obstáculo a la confianza del mercado en la capacidad del país para cumplir con sus obligaciones ha quedado totalmente atrás", declaró Cardoso en un comunicado.

Sólo se liquidaron las transacciones legítimas después de que las examinaran auditores independientes, mientras que las no válidas se remitieron a las autoridades para un examen más detallado, dijo en el comunicado el portavoz del banco central, Hakama Sidi Ali.

Cardoso ha mantenido reuniones con inversores de cartera extranjeros para fijar las expectativas sobre las reservas de Nigeria y la oferta de dólares en el mercado de divisas local.

El banco dijo que sus reservas de dólares aumentaron en casi 1.000 millones de dólares hasta los 34.110 millones de dólares a 7 de marzo, un máximo de ocho meses, gracias a las remesas de los nigerianos en el extranjero y a los inversores extranjeros que compraron bonos del gobierno. (Redacción de Chijioke Ohuocha; Edición de Richard Chang)