Los 17 economistas de una encuesta realizada entre el 12 y el 16 de diciembre afirmaron que el Banco Nacional de Hungría (BNH), que lanzó una nueva herramienta de depósito rápido a un tipo de interés del 18% a mediados de octubre para apuntalar el forint, dejaría su tipo básico sin cambios la próxima semana.

El BNS también desvelará el martes sus nuevas previsiones económicas, que según el gobernador Gyorgy Matolcsy mostrarán una inflación de entre el 15% y el 18% el próximo año.

Las presiones inflacionistas se agravaron desde entonces después de que el primer ministro Viktor Orban, presionado por la escasez de suministros, eliminara un tope de un año a los precios minoristas del combustible.

Los economistas encuestados por Reuters ven la inflación media de 2023 en el 18,7%, 410 puntos básicos más que este año, lo que sería la más alta de la UE con diferencia según las últimas previsiones económicas de la Comisión Europea.

Tras una expansión del 5% estimada para 2022, se prevé que el crecimiento económico se detenga el próximo año, con una recuperación prevista del 2,5% un año después.

"Ahora esperamos que la inflación alcance un máximo del 25%oya (interanual) en diciembre", señalaron los economistas de JP Morgan en una nota. "Lo que ocurra después es extremadamente incierto".

"La incertidumbre específica de Hungría procede de la moneda, que probablemente se debilitará según la tendencia debido a un gran déficit de financiación exterior, pero podría hacerlo de forma agresiva si los mercados perdieran la confianza en la capacidad de las autoridades para reequilibrar la economía."

El forint, la unidad de peor comportamiento de Europa central con una pérdida del 9% frente al euro este año, recuperó algo de terreno después de que Hungría consiguiera un acuerdo de última hora con la UE para evitar la pérdida de fondos de recuperación, evitando un golpe a su moneda y a sus bonos.

Sin embargo, no se espera que los fondos empiecen a fluir hasta el próximo mes de abril, mientras que un aumento de las facturas de importación de energía de Hungría en medio de la guerra en la vecina Ucrania ejercerá una presión adicional sobre las finanzas húngaras.

"Esperamos que el (BNS) mantenga su postura política, manteniendo el tipo político efectivo en el 18% hasta finales del primer trimestre de 2013", declaró Marek Drimal, economista de Societe Generale.

"Con todo, creemos que el entorno de riesgo no mejorará lo suficiente como para que el (BNS) reduzca el endurecimiento antes de finales del 1T23".

Los economistas ven una inflación media del 4,8% en 2024, lo que significaría que el BNS no alcanzaría su rango objetivo de política del 2% al 4% por cuarto año consecutivo.