El llamado banco malo, creado para hacerse cargo de los préstamos dudosos de la crisis financiera que envolvió a España en 2012, ha pasado apuros desde su creación, ya que la caída de los precios inmobiliarios deprimió el valor de los préstamos y activos que posee.

Pero la Sareb, que tiene el mandato de vender los activos que posee en los 15 años que han transcurrido desde su creación, dijo el jueves que había aumentado sus ingresos totales en un 8% hasta los 2.360 millones de euros en 2022 gracias a las ventas minoristas y a algunas grandes operaciones corporativas.

Ante un entorno de tipos más altos, el banco malo español está centrado en acelerar sus ventas de activos y reducir deuda.

La Sareb no reveló los costes del servicio de su cartera de deuda senior, que asciende a más de 30.480 millones de euros. El año pasado canceló la cifra récord de 3.200 millones de euros de esa deuda, que se ha reducido un 40% desde 2012.

Una fuente dijo a Reuters que se esperaba que el banco tuviera que hacer frente a una factura de alrededor de 300 millones de euros en costes más elevados por el aumento de los tipos de interés para el servicio de su deuda senior en 2022.

Esto tendría un impacto en las arcas del Estado, ya que el Gobierno posee más del 50% de Sareb a través de su fondo de rescate FROB.

Sareb dijo que había recortado su cartera total de activos en 2022 en un 8,4% hasta 26.470 millones de euros en comparación con 2021.

(1 dólar = 0,9193 euros)