Es probable que cualquier cambio en la política del Banco de Japón (BOJ) desencadene fuertes subidas del yen y de los tipos de interés a largo plazo al alimentar las expectativas del mercado de un final a corto plazo de las condiciones monetarias ultra laxas.

Pero la reacción del mercado podría ser aún mayor si el BOJ no realiza ningún cambio en la política, provocando que los inversores se apresuren a deshacer las posiciones que han construido sobre las expectativas de un cambio.

Mientras que otros bancos centrales han subido agresivamente los tipos de interés para resistir la subida de los precios, el BOJ ha mantenido los tipos a largo plazo en torno a cero, buscando un mayor crecimiento del consumo y de los salarios que acompañe a la desacostumbrada inflación japonesa del año pasado.

Pero con una inflación que supera su objetivo del 2%, el BOJ se enfrenta a su mayor prueba hasta la fecha para su política de estímulo, denominada control de la curva de rendimientos (YCC, por sus siglas en inglés).

Introducido en 2016, el YCC mantiene los tipos a corto plazo en el -0,1%, mientras que su objetivo para el bono del Estado a 10 años es del 0% con una pequeña banda de tolerancia.

Bajo la presión del aumento de los rendimientos, el banco central sorprendió el mes pasado a los mercados duplicando la tolerancia a más o menos 0,5 puntos porcentuales del objetivo, con el objetivo de prolongar la vida del YCC. El tope para el bono a 10 años se convirtió así en el 0,5%.

El tiro les salió por la culata, ya que los inversores lo tomaron como un preludio de nuevas subidas de los tipos de interés, desatando una fuerte venta de bonos que rompió el nuevo tope por tercer día consecutivo de mercado el martes.

Algunos inversores apuestan a que el Banco de Japón se verá obligado a ajustar, o incluso a desmantelar, el YCC esta misma semana por considerar que el banco central no puede sostener el volumen masivo de compra de bonos necesario para defender el tope.

"La fuga de liquidez provocada por la compra de bonos del BOJ está alcanzando niveles anormales", afirmó Chotaro Morita, estratega jefe de bonos de SMBC Nikko Securities. "Desde la perspectiva de los inversores y de las firmas de valores, hay una sensación creciente de que el BOJ podría renunciar a mantener su actual esquema de política".

En una reunión de dos días que finalizará el miércoles, es probable que el BOJ debata si son necesarias nuevas medidas para mantener el YCC y limar las distorsiones del mercado causadas por su compra de bonos.

A LA ESPERA DE SUBIDAS SALARIALES

Antes de que la rentabilidad a 10 años superara el límite del 0,50% el viernes, los responsables políticos del BOJ esperaban retirar gradualmente los estímulos sólo después de que el sucesor del gobernador Haruhiko Kuroda asumiera el cargo en abril y cuando las recientes subidas salariales se hubieran afianzado en todo el país, según han declarado fuentes a Reuters.

Pero es incierto si el Banco de Japón puede permitirse esperar tanto.

En lugar de arreglar las distorsiones del mercado con su defensa a ultranza del tope de rendimiento del 0,5%, el BOJ las está agravando, dicen los críticos. Las expectativas del mercado de una pronta subida de tipos han impulsado los rendimientos en general, con el rendimiento a ocho años subiendo más que el de 10 años.

Al considerar las opciones del BOJ, algunos analistas apuestan a que ampliará aún más la banda y permitirá que el rendimiento a 10 años suba hasta el 0,75%. Otros esperan que el banco central eleve el objetivo de rendimiento a 10 años por encima del 0%, que lo cambie por otro con un vencimiento más corto o que lo abandone por completo.

El Banco de Japón está en un aprieto. Más retoques cosméticos podrían simplemente encender las expectativas del mercado de una subida a corto plazo de los tipos de interés. Pero elevar o eliminar los objetivos de rendimiento iría en contra de la narrativa del banco central de que no puede revisar o eliminar gradualmente el YCC antes de que un mayor crecimiento salarial acompañe al aumento de la inflación, que hasta ahora se ha visto impulsada principalmente por los costes de importación.

Algunos analistas ven un avance positivo en la subida de precios y señalan que el YCC siempre ha estado destinado a terminar cuando la inflación repuntara y sacara por fin a Japón de una mentalidad deflacionista.

"Es cierto que la inflación se ha visto impulsada sobre todo por factores de empuje de los costes, pero también es cierto que las empresas pudieron repercutir el mayor coste a los consumidores porque la economía era fuerte", declaró a Reuters Seisaku Kameda, antiguo economista jefe del Banco de Japón. "Es un cambio sin precedentes en Japón".

En las nuevas proyecciones trimestrales previstas para el miércoles, es probable que el BOJ revise al alza sus perspectivas para la inflación, según han declarado fuentes a Reuters.

Es probable que el BOJ anuncie su decisión política en cualquier momento entre el mediodía y las 2 p.m. (0300-0500 GMT), seguido de la conferencia de prensa de Kuroda a las 3:30 p.m. (0630 GMT).