El dólar australiano se quedó sin dirección el jueves después de que los datos de empleo resultaran demasiado mixtos para aclarar las perspectivas de una subida de tipos, mientras que el dólar neozelandés lidiaba con el riesgo cada vez mayor de unos tipos de interés más bajos en su país.

El dólar australiano se mantuvo en los 0,6728 dólares, y por debajo de su reciente máximo de seis meses en los 0,6798 dólares. Una ruptura del soporte de 0,6715 dólares podría provocar un retroceso hasta 0,6667 dólares.

El dólar kiwi se situó en los 0,6070 dólares, tras haber tocado el miércoles un mínimo de 10 semanas en los 0,6033 dólares, sólo para rebotar tras una serie de coberturas cortas. La resistencia se sitúa ahora en torno a los 0,6098 dólares.

La preocupación por las posibles restricciones comerciales de EE.UU. a China pesó en el ánimo, al igual que la venta frente a un yen japonés que repuntaba. El dólar australiano cedió un 2,3% frente al yen, hasta 104,64 dólares, ya que los inversores recortaron posiciones muy largas.

Los datos australianos mostraron que el empleo neto aumentó en 50.200 personas en junio, más del doble de las previsiones, pero la tasa de paro siguió subiendo hasta el 4,1%, ya que más personas se incorporaron a la población activa.

Esto debería ser una noticia positiva para el Banco de la Reserva de Australia (RBA), que ha estado tratando de mantener las importantes ganancias de empleo conseguidas en los últimos años, al tiempo que disminuye la presión alcista sobre los salarios y los costes.

La reacción del mercado fue comedida, con los futuros implicando sólo un 20% de posibilidades de una subida de tipos en la próxima reunión del RBA en agosto.

"Nuestra medida compuesta de las ofertas de empleo siguió disminuyendo en junio y es coherente con un marcado aumento de la tasa de desempleo en los próximos meses", declaró Abhijit Surya, economista de Capital Economics.

"Con todo, mantenemos nuestra previsión de que el Banco de la Reserva de Australia no subirá más los tipos. Dicho esto, será una decisión ajustada".

En Nueva Zelanda, las expectativas de recortes anticipados se habían visto alentadas por un informe benigno sobre la inflación, y los bancos locales se inclinan ahora por movimientos más tempranos.

"Hemos adelantado nuestra previsión del primer recorte de 25 puntos básicos del tipo de efectivo a noviembre, en lugar de febrero", dijo Sharon Zollner, responsable de economía neozelandesa de ANZ.

"Seguimos viendo improbable un recorte en agosto a estas alturas, dado que la inflación de los bienes no comerciables sigue siendo tan alta, pero octubre es una posibilidad que desde luego no descartaríamos".

Los mercados implican alrededor de un 50% de probabilidades de un recorte el mes que viene y están más que totalmente tasados para octubre. Tienen descontados unos 180 puntos básicos de flexibilización para finales de 2025, frente a los 49 puntos básicos del RBA. (Reportaje de Wayne Cole; Edición de Jamie Freed)