La respuesta de Israel al ataque múltiple sin precedentes perpetrado por hombres armados palestinos desde la franja de Gaza "cambiará Oriente Próximo", declaró el lunes el primer ministro Benjamin Netanyahu.
El sentimiento de riesgo era frágil cuando Israel dijo que había llamado a filas a 300.000 reservistas, una cifra sin precedentes, y advirtió a los residentes de algunas partes de la Franja de Gaza que se marcharan, en los últimos indicios de que podría estar planeando un asalto terrestre para derrotar a Hamás.
El shekel israelí se debilitó alrededor de un 2,9% hasta los 3,9506 por dólar después de que el Banco de Israel anunciara que vendería hasta 30.000 millones de dólares de divisas en el mercado abierto para mantener la estabilidad. Anteriormente, el shekel había caído más de un 3% hasta un mínimo de casi ocho años de 3,9880 por dólar.
"Es un poco de aversión al riesgo, no un pánico generalizado ni una venta masiva, sino un pequeño movimiento hacia la seguridad mientras los mercados esperan a ver cómo evolucionan las cosas", dijo Brad Bechtel, director mundial de divisas de Jefferies en Nueva York.
"A lo que nos hemos ido acostumbrando con el tiempo es al hecho de que los acontecimientos geopolíticos suelen tener un impacto muy efímero en el mercado", dijo.
El índice dólar, una medida de la divisa estadounidense frente a otras seis, cedió un 0,141%, mientras que el euro cayó un 0,21%, hasta 1,0564 dólares.
El yen japonés, otra divisa tradicionalmente refugio, subió un 0,57% hasta 148,49 por dólar. Japón permaneció cerrado por festivo.
Mientras el conflicto se contenga en Israel y Hamás, "podemos volver a centrarnos en los fundamentos económicos", dijo Marc Chandler, estratega jefe de mercado de Bannockburn Global Forex en Nueva York.
"Todavía no estoy convencido de que la geopolítica vaya a impulsar los mercados", dijo.
La libra esterlina se recuperó de las pérdidas anteriores y cotizó ligeramente al alza a 1,224 frente al dólar estadounidense, que también perdió terreno frente al dólar canadiense, australiano y neozelandés, junto con la corona noruega y la corona sueca.
El dólar se vio apoyado por los datos del viernes que mostraban que el empleo en Estados Unidos había aumentado en septiembre la mayor cifra en ocho meses, lo que podría preparar el terreno para una cifra de inflación mayor de la esperada el jueves.
Las posiciones largas netas sobre el dólar subieron a máximos de un año, según los datos de la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas de EE.UU. publicados el viernes.
El valor de la posición larga neta en dólares fue de 10.550 millones de dólares en la semana que finalizó el 6 de octubre.
Pero los inversores no esperan otra subida de la Reserva Federal en noviembre, según los datos de CME Group. Los futuros están valorando en un 88,5% la probabilidad de que los responsables políticos de la Fed mantengan los tipos en su reunión de política monetaria de noviembre.
"El debate clave es si la relación inversa del dólar estadounidense con el apetito por el riesgo volverá a ser más pronunciada. Su incapacidad para sacar provecho de los buenos datos del mercado laboral estadounidense pone de manifiesto esa idea", afirmó Paul Mackel, responsable mundial de análisis de divisas de HSBC.
El índice del dólar registró el viernes su primer descenso semanal tras 11 semanas consecutivas de ganancias.
Reavivando los temores de recesión en la zona euro, los datos mostraron el lunes que la producción industrial alemana cayó ligeramente más de lo esperado en agosto, un 0,2% respecto al mes anterior.
En Asia, el yuan chino se mantuvo firme frente al dólar en la primera jornada bursátil tras las vacaciones de la Semana Dorada, apuntalado por una orientación oficial más fuerte de lo esperado.
El yuan offshore cayó un 0,18% hasta los 7,2964 por dólar.
