El dólar subió ligeramente el martes, pero cotizó en un rango estrecho, ya que los inversores se mostraron indecisos a la hora de tomar nuevas posiciones antes de la lectura clave de la inflación estadounidense de esta semana, mientras que en Asia la atención se centró en los datos comerciales de China que se publicarán más tarde.

Se espera que las exportaciones chinas caigan un 12,5% en julio respecto al año anterior, según una encuesta de Reuters entre economistas, ampliando una caída del 12,4% en junio y marcando la peor lectura desde los primeros días de la pandemia en febrero de 2020.

Las cifras comerciales llegan un día antes de la lectura de la inflación del país, con los mercados atentos a nuevas señales de deflación en la segunda economía mundial.

Antes de la publicación de los datos, el yuan offshore apenas variaba a 7,2039 por dólar.

El dólar australiano y el neozelandés, a menudo utilizados como sustitutos líquidos del yuan, cotizaban a la baja en las primeras operaciones asiáticas.

El australiano cedió un 0,05% a 0,6571 dólares, mientras que el kiwi cayó un 0,08% a 0,6102 dólares.

"Los datos económicos de esta semana... seguirán dibujando un panorama de débil recuperación económica china", dijo Carol Kong, estratega de divisas del Commonwealth Bank of Australia.

"La correlación entre el Aussie y el kiwi y el (yuan) ha sido bastante fuerte últimamente... así que potencialmente hay algo más de bajada para el Aussie y el kiwi".

En el mercado de divisas más amplio, el dólar estadounidense subió ampliamente, ganando un 0,37% frente a su homólogo japonés para situarse por última vez en 142,98 yenes.

Los datos del martes mostraron que los salarios reales japoneses cayeron por decimoquinto mes consecutivo en junio debido a las incesantes subidas de los precios, pero el crecimiento de los salarios nominales se mantuvo robusto en medio del aumento de los salarios de los trabajadores de altos ingresos y de una creciente escasez de mano de obra.

La libra esterlina cayó un 0,12% hasta los 1,2770 dólares, mientras que el euro se debilitó un 0,1% hasta los 1,0991 dólares.

La moneda común había caído frente al dólar estadounidense en la sesión anterior tras conocerse que la producción industrial alemana había caído más de lo previsto en junio.

"Estos datos añaden una nueva confirmación de que el endurecimiento de las condiciones monetarias está haciendo lo que dice en la lata", afirmaron los analistas de ANZ en una nota.

El índice del dólar subió un 0,14% hasta 102,22, alejándose del mínimo de una semana que tocó el viernes a raíz de un informe mixto sobre el empleo en Estados Unidos, con todas las miradas puestas ahora en los datos de inflación del jueves, en los que se espera que los precios al consumo subyacentes hayan subido un 4,8% anual en julio.

"Dado que la política de tipos de interés (de la Reserva Federal) sigue dependiendo de los datos, cada dato ha estado suscitando un nivel de vigilancia aún mayor", afirmó Gary Dugan, director de inversiones de Dalma Capital.

"Algunos argumentarán que el crecimiento estadounidense es muy robusto en la actualidad, lo que naturalmente provocaría un mayor riesgo de inflación".