El dólar subió por última vez un 0,3% frente al yen, a 158,44. La semana pasada había cotizado justo por debajo de los 162 yenes, antes de las repentinas caídas que lo llevaron a un mínimo de 157,16 el jueves.
Los datos del Banco de Japón publicados el martes sugieren que Tokio podría haber gastado 2,14 billones de yenes (13.500 millones de dólares) al acudir al mercado monetario el viernes.
Combinado con la cantidad estimada gastada un día antes, es probable que Japón haya comprado casi 6 billones de yenes mediante la intervención la semana pasada.
Las autoridades japonesas han convertido en práctica habitual no confirmar si han intervenido, pero el Secretario Jefe del Gabinete, Yoshimasa Hayashi, dijo que Japón está dispuesto a tomar todas las medidas posibles para contrarrestar los movimientos excesivamente volátiles de las divisas.
Los movimientos en Europa fueron bastante tranquilos, ya que los operadores se mostraron nerviosos a la hora de realizar apuestas demasiado grandes sobre la libra esterlina antes de los cruciales datos de inflación británicos que se publicarán el miércoles, y sobre el euro, con una reunión del Banco Central Europeo (BCE) el jueves.
La libra se mantuvo plana en 1,29685 dólares, tras haber alcanzado un máximo de casi un año justo por debajo de los 1,3 dólares un día antes.
El euro tampoco experimentó grandes cambios y se situó en 1,09003 $, justo por debajo de los máximos de cuatro meses que tocó el lunes, tras haber borrado las pérdidas de las últimas semanas, cuando se vio presionado por la incertidumbre ante las elecciones francesas.
Se espera que el BCE mantenga los tipos, pero la atención se centrará en los comentarios de su presidenta, Christine Lagarde, sobre el momento de la próxima bajada de tipos.
Los mercados están valorando en 48 puntos básicos (pb) más los recortes del BCE este año, después de que recortara los tipos en 25 pb en junio.
"El acontecimiento clave, creo, será si Lagarde insinúa la perspectiva de otro recorte en la reunión de septiembre", dijo Stuart Cole, economista jefe de Equiti Capital.
Aunque dijo que esto era poco probable ya que "el BCE está buscando más señales de que las presiones sobre los precios están disminuyendo antes de tener la confianza suficiente para recortar de nuevo."
"Por supuesto, lo que sí facilita que el BCE recorte es la creciente probabilidad de que la Fed también lo haga en septiembre".
El lunes, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo que las tres lecturas de la inflación estadounidense del segundo trimestre "añaden algo de confianza" en que el ritmo de aumento de los precios está volviendo al objetivo de la Fed de forma sostenible.
Los comentarios, probablemente los últimos de Powell hasta su conferencia de prensa tras la reunión de la Fed fijada para los días 30 y 31 de julio, cambiaron las expectativas de recorte de tipos.
Los mercados anticipan ahora 68 puntos básicos de relajación este año, con un recorte de tipos en septiembre totalmente descontado, según mostró la herramienta FedWatch de CME.
Las ventas minoristas estadounidenses de junio, que se publicarán más tarde, podrían orientar aún más las expectativas de la Fed. Se espera que muestren un descenso del 0,3% intermensual.
En el resto del mundo, el dólar australiano bajó un 0,26% hasta los 0,6742 dólares, lejos de los máximos de seis meses alcanzados la semana pasada, y el franco suizo se mantuvo estable en los 0,8956 por dólar y los 0,9764 por euro.
Las criptodivisas, junto con las acciones de empresas que podrían beneficiarse de una presidencia de Trump, saltaron el lunes después de que un intento de asesinato del candidato republicano disparara las expectativas de que ganaría las elecciones de noviembre.
El Bitcoin y el Ether bajaron ligeramente el martes.
