Egipto, sumido en una grave escasez de divisas, ha estado intentando animar tanto a los extranjeros como a los egipcios a invertir más.
Muchos inversores
han dudado
por temor a que las empresas estatales, incluidas las que son propiedad del ejército, utilicen las exenciones fiscales y otros privilegios para competir deslealmente.
El Fondo Monetario Internacional, en un acuerdo de apoyo financiero de 3.000 millones de dólares firmado en diciembre, instó a Egipto a igualar las condiciones entre los sectores público y privado.
"La aprobación forma parte del deseo del Estado egipcio de mejorar el clima de inversión y apoyar la participación del sector privado en diversas actividades económicas", dice la declaración del gabinete.
Algunas actividades seguirían estando exentas de impuestos, entre ellas las consagradas en acuerdos internacionales, las que proporcionan servicios básicos de infraestructura y las necesarias para la seguridad nacional, añadió.
La supresión de las exenciones se aplicaría "sin perjuicio de ... las exenciones prescritas para las obras y tareas relacionadas con las exigencias de la defensa del Estado y la protección de la seguridad nacional", decía la declaración.
Los militares, así como otras instituciones de seguridad, están exentos de impuestos sobre el valor añadido para bienes y servicios necesarios para el armamento, la defensa y la seguridad nacional en virtud de una ley de 2016, de impuestos sobre bienes inmuebles en virtud de un decreto de 2015, de impuestos sobre la renta en virtud de una ley de 2005 y de aranceles de importación en virtud de una ley de 1986. El Ministerio de Defensa puede decidir qué bienes y servicios cumplen los requisitos.
El nuevo proyecto de ley aún requiere la aprobación del parlamento y del presidente. (Reportaje de Momen Saeed Atallah Redacción de Jana Choukeir y Patrick Werr Edición de David Goodman, Aidan Lewis, Alexandra Hudson)