El gabinete tunecino aprobó el jueves un controvertido proyecto de ley que permite al banco central financiar el tesoro, en una medida destinada a financiar el déficit presupuestario pero que reforzó los temores sobre la independencia del banco.

El año pasado, el presidente Kais Saied dijo que había que revisar la ley para permitir al banco central financiar directamente el presupuesto mediante la compra de bonos del Estado, una medida contra la que ha advertido el gobernador del banco, Marouan Abassi.

Los economistas creen que la aprobación del proyecto de ley por el gabinete aumenta las especulaciones de que el gobernador, que ha dirigido el banco durante seis años, dejará el cargo el mes que viene al final de su primer mandato.

Los críticos de la medida dijeron que la modificación de la ley de 2016 indicaba la probabilidad de una mayor intervención del Estado en las políticas monetarias, especialmente a la luz del creciente déficit fiscal, la escasez de recursos financieros y la dificultad para obtener préstamos del exterior.

Abassi advirtió en 2022 que los planes del gobierno de pedir al banco central que compre bonos del Tesoro entrañan riesgos para la economía, como una mayor presión sobre la liquidez, una elevada inflación y una caída del valor de la moneda tunecina.

Dijo que la medida aumentaría incontrolablemente la inflación, que podría ser de tres dígitos, y que "un escenario venezolano se repetirá en Túnez".

Se espera que el proyecto de ley sea aprobado por el Parlamento en las próximas semanas.

La necesidad de préstamos externos del gobierno aumentará en el presupuesto de 2024 a unos 5.000 millones de dólares, incluidos 3.200 millones que el gobierno no dijo de dónde se obtendrían.

"Está claro que la principal fuente para obtener estos préstamos (3.200 millones de dólares) será directamente del banco central", declaró el economista Aram Belhadj. (Reportaje de Tarek Amara Edición de Chris Reese)