Al igual que muchos países, Alemania ha registrado precios históricamente altos de la energía y de los permisos europeos de emisión de carbono relacionados con ella, provocados por el levantamiento de las restricciones del COVID-19 y la consiguiente demanda de las agotadas reservas de gas.

"Estamos trabajando a fondo en soluciones para los hogares que ahora tienen dificultades", dijo el secretario general del Partido Socialdemócrata (SPD), de centro-izquierda, Kevin Kuehnert, en unas declaraciones autorizadas para su publicación el domingo.

"Nuestra promesa siempre ha sido que protegeremos especialmente a las personas con un presupuesto ajustado que se ven repentinamente sorprendidas por los acontecimientos sociales y globales", añadió.

El gobierno preferiría soluciones "no burocráticas y prudentes" adaptadas a las necesidades individuales, dijo Kuehnert.

El gobierno de coalición tomó posesión el mes pasado bajo el liderazgo del canciller del SPD, Olaf Scholz, e incluye también a los Verdes, ecologistas y favorables al gasto, y a los Demócratas Libres (FDP), fiscalmente más conservadores y libertarios.

El recién instalado Ministerio Federal de la Construcción aún no ha entregado los pagos únicos de apoyo a la calefacción prometidos en el acuerdo de coalición para ayudar a unos cientos de miles de hogares que reciben subsidios de vivienda.

El ministro de Finanzas, Christian Lindner, del FDP, prometió el jueves poner a disposición la financiación correspondiente.

Los hogares que dependen totalmente de la ayuda a la renta (Hartz-IV) reciben el pago completo de los gastos de calefacción.

La mitad de los hogares alemanes se calientan con gas y una cuarta parte con gasóleo de calefacción.

En cuanto a la electricidad y el gas, la ministra de Medio Ambiente y Protección de los Consumidores, Steffi Lemke, dijo a Reuters que tomaría medidas drásticas contra los proveedores que trataran de aprovecharse de los vencimientos de los contratos, de las insolvencias de los competidores y de las personas que se mudan.

Los nuevos contratos de este último grupo han duplicado su precio.

"Aunque los costes de adquisición aumenten, no se justifican estos horribles aumentos de precios", dijo Lemke.