La reunión podría tener lugar en la capital sudanesa, Jartum, o en otro lugar, dijo Martin Griffiths a Reuters en una entrevista telefónica desde Jeddah, Arabia Saudí, tras una visita a Puerto Sudán destinada a planificar una operación de ayuda a gran escala.

La ONU ha advertido de que los combates entre el ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) corren el riesgo de provocar una catástrofe humanitaria que podría extenderse a otros países.

Varios miembros del personal de la ONU han muerto en la violencia, que estalló el 15 de abril.

Aunque se ha enviado parte de la ayuda a Port Sudan, las agencias humanitarias están buscando garantías detalladas de paso seguro para poder distribuirla a Jartum, Darfur y otras zonas.

Griffiths dijo que el miércoles habló por teléfono con el líder del ejército Abdel Fattah al-Burhan y con el comandante de la RSF Mohamed Hamdan Dagalo, conocido comúnmente como Hemedti, desde Port Sudan, para decirles que se necesitaban corredores de ayuda específicos y operaciones de transporte aéreo.

"Ahora tenemos muy claros nuestros requisitos operativos en cuanto a lo que necesitamos en términos de compromisos por su parte", declaró, añadiendo que una ruta podría pasar por Wad Madani, al sureste de Jartum, y otra desde Chad hacia Darfur.

Alrededor de un tercio de los 46 millones de habitantes de Sudán ya necesitaba ayuda humanitaria antes de que comenzara el actual conflicto.

Los combates han desplazado internamente a cientos de miles de personas, principalmente de Darfur, en el oeste de Sudán, y más de 100.000 han huido a través de las fronteras sudanesas.

En Jartum, millones de personas siguen intentando refugiarse de la guerra abierta entre un ejército que utiliza ataques aéreos y artillería pesada y las fuerzas de la RSF incrustadas en los barrios residenciales.

La mayoría de los hospitales están fuera de servicio y muchas zonas se han quedado sin electricidad ni agua, mientras disminuyen los suministros de alimentos y combustible. Las repetidas declaraciones de alto el fuego no han detenido los combates.

Griffiths dijo que esperaba reunirse con Burhan y Hemedti, o con "un delegado autorizado que pueda firmar estas cartas específicas que les pondremos delante" para garantizar la entrega de la ayuda.

"Para mí es importante que nos reunamos físicamente, cara a cara, para discutir esto, porque necesitamos que sea un momento público y de rendición de cuentas", dijo, y añadió: "Ahora estamos en proceso de tratar específicamente con ellos una fecha y un lugar".

Preguntado sobre cuándo podrían producirse esas reuniones, dijo que esperaba que fuera en "dos o tres días".