El ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, asistió esta semana a una conferencia de la Organización de Cooperación Islámica en Pakistán, un estrecho aliado de China, y también está previsto que visite Nepal el viernes como parte de una gira por el sur de Asia.

La fuente del gobierno indio, que pidió el anonimato, dijo que se esperaba que Wang se reuniera con el ministro indio de Asuntos Exteriores, Subrahmanyam Jaishankar, y con el asesor de Seguridad Nacional, Ajit Doval, y aunque la agenda no estaba clara, se esperaban conversaciones sobre el conflicto de Ucrania.

El Ministerio de Asuntos Exteriores indio declinó hacer comentarios. Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino dijo en una sesión informativa diaria el miércoles que no tenía información que ofrecer.

En un folleto trimestral http://in.china-embassy.org/eng/xwfw/zgxw/202203/P020220323456416888999.pdf sobre los lazos indochinos que el embajador chino en la India compartió en Twitter el miércoles, Sun Weidong dijo que Pekín estaba dispuesto a restablecer las relaciones con Nueva Delhi.

"China ha mostrado la voluntad y ha tomado medidas para mejorar las relaciones bilaterales", escribió. "Y, necesita que ambas partes se encuentren a mitad de camino y manejen adecuadamente las diferencias".

Ni China ni India han condenado la invasión rusa de Ucrania. Rusia, que se refiere a sus acciones como una "operación militar especial", cuenta tanto con China como con la India como potencias amigas, habiendo cultivado lazos diplomáticos y económicos desde la época de la Guerra Fría.

China e India libraron una breve pero sangrienta guerra fronteriza en 1962. Las relaciones volvieron a ser tensas en junio de 2020, cuando 20 soldados indios y cuatro chinos murieron durante un enfrentamiento a gran altura en una sección disputada del Himalaya occidental.

Desde entonces, India ha restringido las actividades de muchas empresas chinas en el país.

Wang dijo en una sesión informativa anual en Pekín este mes que las dos naciones más grandes de Asia deberían ayudarse mutuamente a lograr objetivos, en lugar de "drenar las energías de cada una".

Sin nombrar a nadie, dijo que "algunas fuerzas" habían intentado crear conflicto y división entre los dos países.

Aparte de las tensiones en el Himalaya, la desconfianza de India hacia China se debe al apoyo de Pekín al viejo enemigo Pakistán, a la competencia por la influencia en Nepal y a la preocupación por el peso económico de China en Bangladesh, Myanmar y Sri Lanka.

En las últimas semanas, India ha recibido un aluvión de visitas y llamadas telefónicas de altos funcionarios de Australia, Gran Bretaña, Japón y Estados Unidos, mientras que China también ha intensificado su actividad diplomática para fijar su posición sobre el conflicto de Ucrania.