OpenAI debe reducir al mínimo los datos sensibles que recopila para el aprendizaje automático, dijo la Comisión de Protección de la Información Personal en un comunicado, añadiendo que podría tomar más medidas si tiene más preocupaciones.

Los organismos reguladores de todo el mundo se afanan por elaborar normas que regulen el uso de la inteligencia artificial generativa (IA), capaz de crear textos e imágenes, cuyo impacto los defensores comparan con la llegada de Internet.

Aunque Japón ha ido a la zaga de algunas tendencias tecnológicas recientes, se considera que tiene más incentivos para seguir el ritmo de los avances en IA y robótica para mantener la productividad a medida que su población disminuye.

El organismo de control señaló la necesidad de equilibrar las preocupaciones sobre la privacidad con los beneficios potenciales de la IA generativa, entre ellos la aceleración de la innovación y el tratamiento de problemas como el cambio climático.

Japón es la tercera fuente de tráfico del sitio web de OpenAI, según la empresa de análisis Similarweb.

El consejero delegado de OpenAI, Sam Altman, se reunió en abril con el primer ministro Fumio Kishida con vistas a su expansión en Japón, antes de la cumbre de líderes del Grupo de los Siete (G7), en la que Kishida dirigió un debate sobre la regulación de la IA.

La UE, pionera mundial en materia de regulación tecnológica, creó un grupo de trabajo sobre ChatGPT y está trabajando en lo que podría ser el primer conjunto de normas para regular la IA.

Mientras tanto, la rápida propagación de este tipo de chatbots ha hecho que los reguladores hayan tenido que recurrir a las normas existentes para salvar las distancias.

El regulador italiano Garante hizo que se desconectara ChatGPT antes de que la empresa accediera a instalar funciones de verificación de la edad y permitiera que los usuarios europeos bloquearan el uso de su información para entrenar al sistema.

Altman dijo la semana pasada que OpenAI no tenía planes de abandonar Europa, después de haber sugerido anteriormente que la startup podría hacerlo si las normativas de la UE eran demasiado difíciles de cumplir.