La Autoridad Europea de Valores y Mercados (AEVM), en su último informe de supervisión de riesgos, dio una calificación general de riesgo rojo a los mercados, con sólo los riesgos de crédito y los riesgos medioambientales en ámbar, y ninguno en verde.

Los riesgos de contagio y operativos, como el de liquidez, eran muy elevados, decía.

En un contexto de inflación ya creciente, la guerra de Ucrania ha afectado profundamente a los mercados financieros, provocando una rápida subida de precios y volatilidad, especialmente en las materias primas.

"Esto presenta riesgos de liquidez para las contrapartes expuestas y muestra la continua importancia de una estrecha vigilancia para garantizar unos mercados ordenados, un objetivo fundamental para la AEVM", dijo Verena Ross, presidenta del organismo de vigilancia, en un comunicado.

Mientras los Estados de la Unión Europea recurren a fuentes de energía más contaminantes, como el carbón, para reducir la dependencia de la energía rusa, los fondos de inversión de la UE, que pregonan sus credenciales medioambientales, sociales y de gobernanza (ASG), registraron en marzo salidas netas por primera vez en dos años.

Sin embargo, el cambio fundamental hacia las inversiones ASG continúa en general, ya que los activos ASG representaron una media del 27% del total en el segundo trimestre de 2022, frente a menos del 10% en el primer semestre de 2020.

La invasión rusa de Ucrania planteó cuestiones sobre la compatibilidad de las prácticas de inversión sostenible con la financiación de regímenes no democráticos o democracias débiles, añadió la ESMA.

"La invasión rusa pone de manifiesto la importancia del pilar 'S' (social) en la inversión ASG y su claro vínculo con el pilar 'E'", dijo la ESMA.

Durante la primera mitad de 2022, también hubo una gran caída en los precios de los criptoactivos y en la liquidez, lo que significa que los inversores con grandes posiciones tienen opciones limitadas para salir, dijo la ESMA.