El oro al contado caía un 0,4%, a 2.271,50 dólares la onza, hacia las 0958 GMT, tras haber alcanzado un máximo histórico de 2.288,09 dólares a comienzos de la sesión. Los analistas atribuyeron el ligero retroceso a un repunte de los rendimientos en Estados Unidos.
Los futuros del oro estadounidense ganaron un 0,5% hasta los 2.292 dólares.
Las compras de los bancos centrales y la fuerte demanda física también han impulsado la subida de cerca del 10% de los lingotes en lo que va de año.
"Parece como si el oro convirtiera cada acontecimiento del mercado en una subida de precios", dijo Alexander Zumpfe, operador de metales preciosos de Heraeus.
Los responsables políticos de la Reserva Federal afirmaron el martes que creen que sería "razonable" recortar los tipos de interés en EE.UU. tres veces este año, a pesar de que los datos económicos más sólidos de los últimos tiempos han sembrado dudas sobre ese resultado.
El oro tiende a subir cuando los tipos de interés son bajos, lo que reduce el coste de oportunidad de mantener el lingote, que no rinde.
"La economía estadounidense está sorprendiendo por su buen comportamiento, lo que haría menos probable un primer recorte de los tipos de interés en junio y, por tanto, pesaría sobre el precio del oro, pero el metal precioso está manteniendo su valor", dijo Zumpfe.
Los inversores esperan ahora las declaraciones del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, a lo largo del día en busca de pistas sobre cuándo aplicará el banco central su primer recorte de tipos.
Mientras tanto, los precios del petróleo subieron debido a la escalada de los riesgos geopolíticos -incluidos los ataques de drones ucranianos a refinerías rusas y las tensiones entre Israel e Irán-, que aumentaron la preocupación por la escasez de suministros.
"Con los precios de las materias primas subiendo en general, conlleva los riesgos de otra ronda de inflación, por lo que quizás los inversores se estén cubriendo para la inflación", dijo el analista senior de City Index, Matt Simpson.
En otros mercados, la plata subió un 0,5% hasta 26,24 dólares la onza, el platino se mantuvo estable en 918,74 dólares y el paladio cayó un 1,1% hasta 992,32 dólares.
