La reunión se celebró con un espíritu colegiado, pero terminó en punto muerto, dijo la oficina de Machar en un comunicado.

Kiir despidió el viernes pasado a la ministra de Defensa, Angelina Teny, que también es esposa de Machar, y al ministro del Interior, Mahmoud Solomon, medidas que amenazan con deshacer un frágil acuerdo de paz que puso fin a la guerra civil de 2013-18.

El presidente también entregó a su partido el ministerio de Defensa, una función que, según el acuerdo, debe designar el partido de Machar.

Sudán del Sur obtuvo la independencia en 2011, pero dos años después se sumió en una guerra civil entre las fuerzas leales a Kiir y Machar que mató a 400.000 personas.

A pesar del acuerdo de paz de 2018, los combates han seguido matando y desplazando a un gran número de civiles. La aplicación del acuerdo ha sido lenta y los dos hombres se han enfrentado con frecuencia sobre cómo compartir el poder.

"Los dirigentes mantuvieron deliberaciones francas en un ambiente amistoso que reflejó el espíritu de reconciliación, prosperidad y compromiso con el acuerdo de paz", declaró en un comunicado el ministro de Asuntos Presidenciales, Barnaba Marial Benjamin.

"Los dos mandatarios acordaron en un espíritu de diálogo y cooperación convocar otra reunión en una fecha posterior para encontrar soluciones amistosas sobre estas cuestiones", dijo Marial.