A poco más de tres semanas de la votación, este paso sin precedentes se produjo tras una petición formal de aplazamiento del opositor Partido Democrático Senegalés (PDS), cuyo candidato fue excluido de la contienda en enero.

La decisión del consejo constitucional de excluir a destacados aspirantes como Karim Wade, del PDS, y el incendiario opositor Ousmane Sonko ha avivado el creciente descontento sobre el proceso electoral.

Los candidatos excluidos afirman que las normas para la presentación de candidaturas no se aplicaron de forma justa. Las autoridades lo niegan.

"Estas condiciones problemáticas podrían socavar gravemente la credibilidad del escrutinio sembrando la semilla de disputas pre y postelectorales", declaró Sall en su discurso.

No fijó una nueva fecha para la votación, pero dijo que habría un diálogo nacional para garantizar que las elecciones fueran libres, justas y transparentes.

Afirmó que el aplazamiento no afectaría a su decisión de no presentarse a un tercer mandato, una cuestión que ha contribuido a alimentar los disturbios recurrentes en lo que normalmente es una de las democracias más estables de África Occidental.