Los responsables políticos de la Unión Europea están negociando un enorme paquete de leyes para recortar las emisiones de gases de efecto invernadero esta década, que incluye objetivos para reducir el uso de energía mediante la renovación de los edificios para que consuman menos combustibles fósiles.

La reducción del uso de energía -conocida como "eficiencia energética"- es clave para cumplir los objetivos de la UE en materia de cambio climático. Su peso político ha aumentado en medio de la escalada de los precios del gas y la preocupación por las interrupciones del suministro energético después de que Rusia, el mayor proveedor de gas de Europa, invadiera Ucrania.

"Básicamente tenemos que hacer lo que podamos para disminuir la dependencia de las importaciones de combustibles fósiles", declaró el legislador danés Niels Fuglsang, que está redactando la posición del Parlamento Europeo sobre la ley.

La propuesta se enfrenta a meses de negociaciones entre el Parlamento y los países de la UE. Una mayoría de ambos debe aprobarla.

La Comisión Europea, que elabora las políticas comunitarias, propuso que la UE redujera el consumo final de energía un 23% para 2030 en comparación con los niveles previstos.

La propuesta de Fuglsang lo eleva al 43% y añade objetivos vinculantes para cada país. Eleva al 2% -frente al 1,5% de la propuesta de la Comisión- el objetivo de que los países reduzcan cada año el consumo de energía a partir de 2024.

"La eficiencia energética es la respuesta a varias de las crisis a las que nos enfrentamos. La crisis climática... pero también la pobreza energética", afirmó.

A largo plazo, aislar los edificios o hacer que los procesos industriales consuman menos energía puede ahorrar dinero, pero esas inversiones tienen unos costes iniciales elevados. La UE ha instado a los países a financiarlas utilizando su fondo de recuperación COVID-19, dotado con 800.000 millones de euros.

Fuglsang dijo que los gobiernos también deberían poner en marcha fondos dedicados a la eficiencia energética, dirigidos a los hogares más pobres.

Como los precios de la energía se han disparado, la mayoría de los gobiernos de la UE están recurriendo a desgravaciones fiscales de emergencia para reducir las facturas de los ciudadanos, pero hasta ahora pocos han respondido con planes de eficiencia energética.

La Comisión propondrá la próxima semana medidas para apoyar este tipo de inversiones y acelerar los proyectos de energías renovables.