"Si seguimos cumpliendo nuestro objetivo de ahorro de al menos un 20% en Alemania, si tres terminales de GNL empiezan a funcionar a principios del año que viene a más tardar, y si el descenso previsto de las importaciones relacionado con el invierno y el aumento de las exportaciones, actualmente bajas, se mantienen moderados, entonces podremos pasar el invierno sin una emergencia nacional de gas", afirmó en un comunicado.

Alemania mostró por última vez un nivel de llenado del 96,5% de sus cavernas subterráneas de almacenamiento de gas, superando el objetivo del 95% fijado para el 1 de noviembre.

Este es el resultado de una serie de medidas después de que se preparara para su primer invierno sin gas ruso en décadas tras la disminución de las exportaciones de Rusia a Occidente debido a la tensión por la guerra en Ucrania. La industria alemana se ha visto muy afectada por el parón.

El gobierno ha intensificado sus esfuerzos para crear desde cero terminales flotantes de GNL para recibir suministros del exterior, y para importar más gas de los vecinos del oeste y norte de Europa a través de gasoductos.

Mueller dijo que la autoridad había considerado cuatro escenarios para el invierno de 2022/23 que tenían en cuenta, entre otros factores, diferentes evoluciones de los balances de importación y exportación y diversas condiciones meteorológicas invernales.

Sólo en uno de los cuatro escenarios existía la posibilidad, aún no descartada, de una emergencia gasística.

Pero la fecha de esa eventualidad se ha trasladado a finales de febrero, mientras que en los cálculos de agosto, la Bundesnetzagentur había visto como posibilidad una emergencia en noviembre.

Mueller instó de nuevo a los consumidores a reducir el consumo de gas.