La medida de la Junta de Valores y Bolsa de la India (SEBI) permitiría asignar tales puntuaciones a más empresas, haciendo cada vez más posible que los inversores evalúen a las empresas con un criterio cuya importancia se considera creciente.

El regulador sondeará la opinión pública sobre el borrador de normas que se dará a conocer en los próximos dos o tres meses y que pretende finalizar este año.

Esto sigue los pasos de reguladores mundiales como la Autoridad Europea de Valores y Mercados (AEVM), la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos y la Comisión Reguladora de Valores de China (CSRC).

No se ha informado previamente de los detalles de las normas indias.

"El regulador quiere evitar prescribir demasiadas normas y seguir un enfoque basado en principios", dijo una de las fuentes, que pidió el anonimato ya que las conversaciones son confidenciales. "Se prestará mucha más atención a la divulgación de información".

Las normas se centrarían en tres aspectos, como quién paga por la calificación, qué información se tiene en cuenta para decidir la puntuación y el peso relativo asignado a las políticas medioambientales, sociales y de gobernanza, añadieron las fuentes.

Un portavoz de la SEBI no respondió inmediatamente el jueves a una solicitud de comentarios por correo electrónico.

En un cambio del modelo más comúnmente utilizado, en el que una empresa emisora de valores paga por las calificaciones, el regulador planea permitir en su lugar el pago por parte de una empresa o de un grupo de inversores, dijeron las fuentes.

Agencias de calificación mundiales como S&P Global Ratings y Moody's Investors Services tienen un modelo en el que la empresa paga para obtener una puntuación ESG.

"Si el inversor paga, entonces el riesgo de conflicto se minimiza", dijo la segunda fuente, añadiendo que cada modelo tenía sus ventajas y que la SEBI planeaba permitir ambos en el marco regulador.

"Si la empresa paga, entonces la calificación es más precisa y pueden acceder a ella todos los inversores, no sólo los que tienen mucho dinero (los inversores institucionales)", añadió la fuente.

Las normas permitirían dos categorías de proveedores de calificaciones, dijo la fuente.

La primera agruparía a los que mantienen un diálogo con el emisor y pueden obtener datos de la empresa, mientras que la segunda consistiría en empresas que asignan calificaciones ESG únicamente sobre la base de la información disponible públicamente, añadió la fuente.

Los proveedores de calificaciones podrán utilizar la información del Informe de Responsabilidad y Sostenibilidad Empresarial (IRSN), un requisito obligatorio para las 1.000 primeras empresas cotizadas por capitalización bursátil.

Aunque los proveedores de calificaciones tendrán flexibilidad para asignar diferentes pesos a las políticas medioambientales, sociales y de gobernanza, tendrán que divulgar adecuadamente los factores que rigen las calificaciones, dijo la segunda fuente.

El enfoque de la SEBI se ajusta en gran medida a la práctica mundial y a las recomendaciones de 2021 de la Organización Internacional de Comisiones de Valores.

El organismo mundial instó a los proveedores de calificaciones ESG a divulgar y utilizar metodologías transparentes y definidas para asignar las calificaciones.