La divisa rusa se desplomó por encima de los 100 por dólar a mediados de agosto, forzando al banco central a una subida de emergencia de los tipos de 350 puntos básicos y llevando a las autoridades a discutir la posibilidad de reintroducir controles para apuntalar la moneda.
A las 0611 GMT, el rublo era un 0,5% más débil frente al dólar, a 98,41, y antes había alcanzado los 98,7125, su punto más débil desde el 15 de agosto.
Había perdido un 0,6% y cotizaba a 103,99 frente al euro y cedió un 0,1% frente al yuan a 13,51 .
"Junto con la deuda pública, ha aumentado la presión sobre el rublo, que esta semana probablemente asalte de nuevo la marca de los 100 por dólar, y si se mantiene en torno a ella, podría seguir otra oleada de aceleración del crecimiento de los precios", declaró Evgeny Suvorov, economista de CentroCreditBank.
"El banco central necesita mover el tipo al 15%, pero aún quedan cuatro semanas para la (reunión) del consejo de administración. Y el pánico en el mercado puede empezar en cualquier momento...".
La obstinada presión inflacionista obligará al banco central ruso a realizar al menos otra subida de tipos este año, según mostró un sondeo de Reuters la semana pasada, mientras que la persistente debilidad del rublo es uno de los factores que limitan las perspectivas de crecimiento a largo plazo de Rusia.
Los analistas esperan que el banco central suba los tipos hasta el 14% en su reunión del 27 de octubre y que los tipos de dos dígitos se mantengan hasta 2025.
El rublo ha trazado un curso turbulento desde que Rusia invadió Ucrania, desplomándose hasta un mínimo histórico de 120 frente al dólar en marzo del año pasado antes de recuperarse hasta un máximo de más de siete años unos meses después, apoyado por los controles de capital y el aumento de los ingresos por exportaciones.
El rublo ha perdido ahora el apoyo de los pagos de impuestos de fin de mes, que normalmente hacen que los exportadores conviertan los ingresos en divisas extranjeras para pagar las obligaciones locales.
El crudo Brent, referencia mundial de la principal exportación rusa, subía un 0,3% a 92,46 dólares el barril.
