Las cifras de la Oficina Australiana de Estadística mostraron el jueves que el empleo neto aumentó en 53.000 personas en marzo con respecto a febrero, cuando repuntó en 63.600 personas, un aumento pronunciado pero ligeramente revisado a la baja. Las previsiones del mercado habían sido de una subida de 20.000, tras varios meses de volatilidad estacional.

La tasa de desempleo se mantuvo en el 3,5%, cuando los analistas habían esperado un empujón al alza hasta el 3,6%. El empleo a tiempo completo aumentó en 72.200 personas, tras un fuerte incremento de 74.900 el mes anterior, una señal alentadora para los ingresos de los hogares.

El dólar local subió un 0,2% hasta los 0,6707 dólares, los futuros de los bonos a tres años cayeron 7 ticks hasta los 97,06 y los mercados pasaron a cotizar con una probabilidad ligeramente superior del 18% para una subida de 25 puntos básicos cuando el Banco de la Reserva de Australia se reúna la próxima vez en mayo.

"Hay muy pocos signos de debilidad en estos datos y poco que sugiera que el mercado laboral se esté relajando de forma significativa", dijo Sean Langcake, Jefe de Previsiones Macroeconómicas de BIS Oxford Economics.

"Esto afirma nuestra expectativa de que la impresión del IPC del 1T será fuerte, y esperamos ver al RBA subir los tipos de nuevo en mayo".

Deseoso de preservar las fuertes ganancias de empleo, el RBA hizo una pausa en sus subidas de tipos en abril para evaluar el impacto restrictivo hasta el momento, a pesar de que eso podría significar un retorno más lento a su objetivo de inflación en comparación con otras economías importantes.

El gobernador Philip Lowe dijo que la pausa no implicaba el fin de las subidas y que el flujo mensual de datos determinaría si el banco central tendrá que volver a mover los tipos de interés.

Un gran alivio para los responsables políticos es que el riesgo de una dañina espiral de precios y salarios en el país sigue siendo bajo, con un crecimiento de los salarios aún muy por debajo de la inflación al rojo vivo, que ha dado muestras de estar tocando techo.

Los datos del jueves mostraron que la tasa de participación se mantuvo cerca de niveles récord, en el 66,7%, lo que sugiere que la oferta de mano de obra está aumentando para satisfacer la demanda, gracias a la incorporación de más mujeres y emigrantes a la población activa, lo que disminuye la presión al alza sobre los salarios.

Las vacantes de empleo han disminuido desde niveles elevados por tercer trimestre consecutivo en febrero, pero siguen muy por encima de los niveles prepandémicos, en una señal de un mercado laboral aún tenso.