WASHINGTON, 3 abr (Reuters) - La actividad manufacturera estadounidense se desplomó en marzo hasta su nivel más bajo en casi tres años debido a la caída de los nuevos pedidos, y los analistas señalaron que la actividad podría disminuir aún más debido al endurecimiento de las condiciones crediticias.

La encuesta del Instituto de Gerencia y Abastecimiento (ISM) mostró el lunes todos los subcomponentes de su PMI manufacturero por debajo del umbral de 50 puntos por primera vez desde 2009. Algunos economistas dijeron que esto sugería que una recesión estaba a la vuelta de la esquina, mientras que otros dijeron que mucho dependería del sector servicios, cuyo PMI sigue siendo coherente con una economía en crecimiento.

La encuesta no hizo ningún comentario directo sobre las recientes turbulencias de los mercados financieros. Los fabricantes de productos varios dijeron que estaban "siguiendo de cerca la situación bancaria mundial", pero que no había repercusiones "por el momento".

Las subidas de tasas de la Reserva Federal para combatir la inflación han elevado los costos de los préstamos y enfriado la demanda de bienes.

El PMI manufacturero del ISM cayó a 46,3 el mes pasado, el nivel más bajo desde mayo de 2020, desde los 47,7 de febrero. Sin considerar el período de la pandemia del COVID-19, fue la lectura más débil desde mediados de 2009.

Los economistas encuestados por Reuters habían pronosticado que el índice se situaría en 47,5. El PMI se mantuvo por debajo del umbral de 50 puntos por quinto mes consecutivo, un signo de contracción en el sector manufacturero, aunque los datos concretos han sugerido un crecimiento moderado continuo de la actividad en el sector, que representa el 11,3% de la economía.

El sector manufacturero creció a un ritmo anualizado del 4,5% en el cuarto trimestre, informó el Gobierno la semana pasada. Los informes del mes pasado también mostraron que los pedidos de bienes de capital, excluidos los aviones, registraron un pequeño aumento en febrero, al igual que la producción manufacturera.

El lunes, una encuesta independiente de S&P Global mostró una mejora del sector manufacturero estadounidense en marzo con respecto a febrero.

El subíndice de nuevos pedidos de la encuesta ISM cayó a 44,3 el mes pasado desde los 47,0 de febrero. La demanda podría verse presionada tras la reciente quiebra de dos bancos regionales. Los bancos han endurecido sus normas de concesión de préstamos, lo que podría dificultar el acceso al crédito de las pequeñas empresas y los hogares.

La cartera de pedidos siguió reduciéndose el mes pasado, como reflejo de la ralentización de la demanda y la mejora de las cadenas de suministro. El índice ISM de entregas de proveedores cayó a 44,8, su nivel más bajo desde marzo de 2009, desde 45,2 en febrero. Una lectura por debajo de 50 indica una aceleración de las entregas a las fábricas.

Debido a la debilidad de la demanda, el indicador de empleo en las fábricas cayó de 49,1 en febrero a 46,9 puntos.

(Reporte de Lucia Mutikani; Editado en Español por Ricardo Figueroa)