El tribunal dijo que debía ser un juez de primera instancia el que se pronunciara sobre la cuestión de la admisibilidad de las pruebas, y ordenó a la Fiscalía (PPS) que reconsiderara su decisión.

El soldado anónimo, apodado "Soldado F", fue acusado en 2019 de los asesinatos de dos hombres y del intento de asesinato de otros cinco. Las pruebas se consideraron insuficientes para acusar a otros 16 ex soldados.

El pasado mes de junio, el PPS dijo que había decidido no seguir adelante tras considerar el impacto de una sentencia judicial según la cual las pruebas en las que se basó el procesamiento de dos ex soldados en un asesinato distinto de 1972 eran inadmisibles por la forma en que se obtuvieron.

Ya no había una perspectiva razonable de que las pruebas clave se declarasen admisibles y sin eso ya no se consideraba que se cumplía la prueba de cargo, dijeron entonces los fiscales.

El Tribunal Superior dictaminó el miércoles que la justificación del cambio de opinión del fiscal no era sostenible. "De ello se desprende que el asunto debe seguir en manos del PPS para que reconsidere la decisión", dijo.

El tribunal confirmó la decisión del PPS de no procesar a los soldados por la muerte de otros cinco civiles asesinados en el Domingo Sangriento basándose en que las pruebas de los soldados se obtuvieron por coacción.